El 2 de mayo de 1935 una de las leyendas más importantes del futbol español nació: Luis Suárez Miramontes. El Arquitecto, como lo apodó Alfredo Di Steffano, fue nominado ocho veces al Balón de Oro y destacó en todos los equipos en los que estuvo, aunque Inter de Milan y Barcelona se llevaron la mejor parte de su carrera. Suárez no es mencionado de forma habitual en el mundo del balompié, pero es una figura tremendamente importante para este deporte en España.
Luis Suárez debutó a la edad de 18 años con el Deportivo La Coruña en 1953. Su clase, potencia y capacidad goleadora deslumbraron al Barcelona, que rápidamente entabló negociaciones con el conjunto coruñés para ficharlo un año más tarde.
En el conjunto catalán Suárez Miramontes se convirtió en un histórico, ya que disputó 7 temporadas con la elástica blaugrana (1954-1961), con la cual hizo 80 goles en 166 partidos y ganó 5 títulos: dos Ligas, dos Copas y dos Copa de Ferias.
Aunque sin duda su gran temporada con el Barça fue la 1959-1960, en la que registró 14 dianas en 36 encuentros, los cuales fueron claves para que los azulgranas ganaran la liga española y la Copa de Ferias en aquella campaña, lo cual le valió para convertirse en el primer y único español que ha ganado el Balón de Oro de France Football, lo cual tuvo lugar en 1960.

A pesar de su entrega y los excelentes números que tuvo con el Barça, El Arquitecto salió del club por 250 millones de liras, unos 204.000 euros al Inter de Milán, para financiar la construcción del Camp Nou.
Sin embargo, el cambio de aires no le afectó en lo más mínimo ya que siguió con una buena cuota goleadora a lo largo de las 9 campañas que jugó con el Inter y en 1964 fue pieza clave para que la Selección Española ganara su primera Eurocopa.

Ya en 1970, después de ganar la Copa de Europa y la liga italiana con los nerazzurri, Suárez fichó por la Sampdoria para culminar su carrera en 1973 y dar paso a un no tan exitoso camino como director técnico que comenzó en 1974.
Dirigió al Inter de Milán y a la Selección Española de 1988 a 1991. Su más grande logro fue llevar a los Octavos de Final del Mundial de Italia 90 a La Roja, la cual fue la última plantilla que dirigió como técnico.
