
Al borde del minuto 90, el portero Caoimhin Kelleher se confió, dejó pasar el centro y recibió el 3-3 de Fabian Schar para el Newcastle, que frustró la exhibición imparable en el segundo tiempo de Mohamed Salah, pasador del 1-1 y goleador del 2-2 y el 2-3 para surgir al rescate del Liverpool hasta el fallo final del portero en un trepidante empate de Premier League.
Un error mayúsculo del cancerbero. Pero el equipo red no sólo empató por eso, sino por su primera parte o por la permisividad en alguno de los goles, a remolque en el marcador hasta en dos ocasiones, contra corriente toda la primera mitad, cuestionado todo el duelo en St. James Park, pero con un punto, casi de tres, por obra de un fenómeno como Salah.
Entre las dudas sobre su continuidad, por la finalización de su contrato aún no renovado, el atacante egipcio ha participado de forma crucial en 21 goles en esta Premier League de los 29 que suma su equipo. Son 13 tantos y ocho asistencias en 14 jornadas. Este miércoles salvó a su conjunto de la derrota.
Un empate de carácter delos Reds, capaces de reponerse al 1-0 después del descanso con el 1-1 e incluso contestar rápidamente a un 2-1 en contra que no merecía y luego obtener el 2-3, entre las dificultades a las que se enfrentó, que lo advierten de que el título aún no está hecho. Quizá en camino, pero aún nada seguro. El Liverpool no pierde desde la cuarta fecha, aunque con dos puntos menos de ventaja (siete) que hace una jornada.
El Newcastle lo desfiguró en la primera parte. Ganador casi de cada duelo, vencedor en cada segunda jugada, ágil en la presión alta, transformó el partido en un laberinto para el Liverpool, cada vez con menos salida, cada vez más cerca de su portería, por detrás en el marcador en el minuto 35 por un trallazo de Aleksander Isak que abrió el marcador (1-0).
Imparable el derechazo para Kelleher, el guardameta fue el sustento de los Reds antes y después, sobre todo después, cuando Anthony Gordon tentó el segundo tanto, negado por el cancerbero. Luego, Jacob Murphy lanzó otro remate cruzado. Más que amenazante, como cada ofensiva que propuso entre la dimisión entonces del Liverpool en la otra área.
Liverpool despertó en el segundo tiempo
Nunca hay garantías en un partido contra un adversario de la dimensión del Liverpool, al que le sobran recursos, cualidades e individualidades. De repente, resurgió con toda la voracidad del equipo visitante, que cambió el encuentro en cada aspecto, aplacó al Newcastle y lo oprimió no sólo con el empate, sino más allá, siempre por la victoria.
El 1-1, en el minuto 50, lo fabricó Mohamed Salah desde la derecha y lo culminó la llegada de Curtis Jones, con un remate nada fácil. Después, Gakpo apuntó el 1-2. También un centro de Salah que no acertó a rematar el neerlandés como quería y que no llegó a empujar Darwin Núñez después.

El partido era del Liverpool. De pronto, no lo fue el marcador, cuando el Newcastle confirmó su recomposición con el 2-1 de Anthony Gordon: regateó a Joe Gómez y superó a Kelleher. Minuto 61. Tampoco fue suficiente para derribar al líder y a Salah, que respondió con el 2-2 en el 68' con la derecha, a centro del recién salido Alexander Arnold.

Aún, el egipcio estrelló un remate en el larguero tras una acción fantástica. Y todavía fue más allá, en el minuto 83, cuando marcó el 2-3 para sentir el triunfo de su equipo, que no fue tal por el imprevisto error de Kelleher en el minuto 90, aprovechado por Fabian Schar, al que también había perdido de vista Alexander Arnold. Un fallo impropio del Liverpool.