
Una carrera lastrada por lesiones, Roberto Baggio fue una de las grandes figuras del futbol italiano en las décadas de los años 80 y 90. Tres veces mundialista con la Azzurri, Baggio confesó en una entrevista que le pidió a su madre que lo matara luego de romperse el ligamento cruzado de la rodilla derecha.
Baggio, Subcampeón del Mundo en Estados Unidos 1994, reveló que aquella lesión le provocó demasiado dolor y lo dejó tocado por el resto de su carrera. Fue en 1985, poco después de hacerse oficial su fichaje con la Fiorentina.
"En ese momento le pido a mi madre que me mate. Le dije 'Mamá, si me quieres, mátame'", afirmó.

En aquellos tiempos, la medicina deportiva no estaba del todo avanzada con las operaciones, por lo que el italiano tuvo de que ser operado con un método de perforación de la tibia y el uso de 200 puntos de sutura internos.
Así comenzó con un largo historial de lesiones entre problemas de menisco y el tendón de la rodilla derecha. Para el 2002, cuando militaba en el Brescia, padeció una nueva rotura de ligamento cruzado, ahora en la rodilla izquierda.
BUDISMO, LA CALMA ANTE EL DOLOR
El dolor y desesperación llevaron a Roberto Baggio a buscar una ventana en la religión. Fue así como el hombre que jugó en los tres clubes más grandes de su país (Juventus, AC Milan e Inter) se convirtió en budista.
"Buscaba algo que me hiciera entender que todo dependía de mí. Yo antes culpaba a los demás, yo era la víctima y los demás eran los responsables de mi sufrimiento. El budismo me ayudó a entender que todo empieza por mí", dijo.
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Andreaina Fabbi, su esposa y quien era católica, creía que se lo estaban llevando a un culto. Su mamá en un principio estaba muy decepcionada, pero con el tiempo vieron que el budismo estaba alimentado la espiritualidad de Baggio dándole paz, tranquilidad, perspectiva.