
Luis García está entre los exfutbolistas más queridos por el público gracias a su trabajo como comentarista, pero también por sus hazañas en las canchas que van desde ser campeón con Pumas, máximo romperredes en dos ocasiones con los auriazules y en un torneo con Atlante, hasta coronarse con la Selección Mexicana en la copa Oro. Sin embargo, una de las glorias que más sonrisas provoca fue su actuación en el Mundial de Estados Unidos 1994, cuando revivió al Tri.
A diferencia de otras ediciones, el combinado nacional ilusionaba más que nunca de cara a la participación en la máxima competencia del balompié, pues entre sus filas figuraban estrellas como Jorge Campos, Claudio Suárez, Benjamín Galindo, Ramón Ramírez, Zague, Hugo Sánchez, Carlos Hermosillo y el propio Luis García.
La luz de la esperanza
Pese a que gozaba de la confianza del público, el Tri defraudó en su presentación porque no pudo hacerse presente en el marcador ante Noruega, por si fuera poco, en la recta final del encuentro Kjetil Rekdal hizo la anotación de la victoria al 84’.
Después del trago amargo y a sabiendas que aún tendría que enfrentar a Italia en el tercer encuentro, el choque contra Irlanda era definitivo, por lo que el equipo salió a ofender, pero se encontró con una defensa impasable y eso provocó un juego semilento, hasta que al minuto 42, Marcelino Bernal le cambió el ritmo, tomó el balón desde mediocampo, lo condujo y se lo cedió a Hermosillo, quien vio posicionado a García que no lo pensó y dio un disparo raso que dejó sin importunidad al portero Pat Bonner.

Para el complemento del cotejo, Luis García confirmaría una de sus mejores tardes, pues al minuto 65, el delantero recibió un pase en los linderos del área que le dio Alberto García Aspe, para darse la media vuelta e incrustar el esférico pegado al palo izquierdo. Aunque los irlandeses hicieron el 2-1 al 84’, la victoria de México se mantuvo.
Gracias a la notable actuación de García Postigo, la Selección Nacional enfrentó a Italia con mayor margen y confianza, con el cual consiguieron un empate histórico y con ello pasaron a la siguiente ronda, donde terminaron por sucumbir frente a Bulgaria en tanda de penales.