El plátano es muy práctico, energético y fácil de digerir. Es famoso por ser rico en potasio, fundamental para prevenir calambres, y además aporta hidratos de carbono de rápida absorción, por lo que es un excelente combustible para antes o después del ejercicio. Sin embargo, en el mundo de las frutas hay mucho más, y cada color aporta diferentes beneficios a la salud.
Frutas cítricas: como la naranja, kiwi y toronja. Son ricas en vitamina C, clave para reducir el estrés oxidativo que se genera durante el ejercicio. Además, fortalecen el sistema inmune, algo que suele verse afectado en etapas de entrenamiento intenso.
El betabel y la granada: son ricos en nitratos naturales que ayudan a que llegue más oxígeno a los músculos mientras corremos. Estudios han mostrado que su consumo regular puede ayudar a mantener un esfuerzo constante por más tiempo, ideal para las distancias largas o sesiones intensas.
Los frutos rojos: cerezas, moras, zarzamoras, frambuesas. Destacan por sus antocianinas, potentes antioxidantes que combaten la inflamación y el daño muscular.
La piña y la papaya. Contienen enzimas naturales que ayudan como “ayudantes a la digestión”, y facilitan la recuperación muscular, sobre todo después de entrenamientos demandantes.
No lo olvides, el plátano puede seguir siendo un gran compañero de carrera, pero siempre será mejor variar los colores en tu plato. Cada fruta tiene un papel distinto, y combinarlas aportará diferentes vitaminas y minerales para tu nutrición.
