Tenis
Jimena Rodríguez
Hablemos de tenis Jimena Rodríguez

La otra guerra

Ciudad de México

A más de un año de que se desató la Guerra entre Ucrania y Rusia, las tensiones deportivas continúan y más allá de lo que sucede alrededor de la decisión del Comité Olímpico Internacional de aceptar a atletas rusos y bielorrusos en París 2024 y las amenazas de boicot, el tenis también se ha visto afectado. Se ha vuelto normal que tenistas ucranianas y rusas no se saluden al final de los partidos en los que se enfrentan y solo ellas saben lo que pasa en los vestidores de los torneos.

Como en todo conflicto, hay distintas posturas

En 2022, el All England Club donde se disputa Wimbledon fue fuertemente criticado por prohibir la participación de atletas rusos y bielorusos en el Grand Slam, pero para este 2023, cuando anunciaron que terminaron con el veto, una vez más han sido criticados ahora por tenistas ucranianas ya que consideran que no hay suficiente apoyo para ellas. La realidad es que Wimbledon cubrirá los gastos de dos habitaciones para cada jugador de esta nación y además donará 1.25 dólares de cada entrada vendida como ayuda humanitaria a Ucrania, este monto podría alcanzar los 620 mil dólares.

"Fue muy difícil para mí porque nunca me había enfrentado a tanto odio en el vestuario", dijo la No. 2 del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka, el mes pasado. "Fue realmente difícil para mí entender que hay tanta gente que realmente me odia sin razón". Por otro lado, la polaca Iga Swiatek, No. 1, criticó a la WTA por no hacer lo suficiente para apoyar a las jugadoras ucranianas y dijo que "todo lo que discutimos en el tenis es sobre las jugadoras rusas y bielorrusas". La realidad es que el organismo que rige el tenis femenil creó un dialogo con las ucranianas para tratar de encontrar una manera en que estuvieran más cómodas, y si bien la mayoría prefiere evitar los cruces, no siempre es posible. Otra de las raquetas más conocidas, Elina Svitolina, también se fue contra la WTA por no hacer nada ante las rusas que abiertamente apoyan la acción militar, como Anastasia Gasanova.

Otras entienden que las ucranianas no quieran seguir la tradición del saludo, como Kasatkina, quien acaba de vencer en Madrid a Tsurenko “Lo que es más triste es que todavía estamos en guerra y los ucranianos tienen razones para no darnos la mano” explicó una tenista que siempre se ha mostrado contraria a la Guerra. También han sido víctimas de las sanciones internacionales, como la jugadora Vitalia Diatchenko, que no pudo volar de El Cairo a Córcega debido a que la aerolínea tenía restricciones para los rusos. Esto afecta directamente su carrera, ya que al estar fuera del Top 250 del ranking, es crucial que sume puntos en torneos.

Otra verdad es que a los tenistas rusos no les fue nada mal, ya que aún pueden participar en las giras, mientras que el 95% del resto de atletas de su nación están fuera de competiciones deportivas. Por lo mismo algunas han optado por tramitar otras nacionalidades, como Gracheva, quien nació en Moscú pero espera sus papeles como francesa. También la última campeona de Wimbledon, Elena Rybakina representa a Kazajistán. Ejemplos de cómo se ven afectados estos atletas tanto de manera emocional como profesional hay muchos, lo importante es que se creen más diálogos mientras el conflicto bélico continúe.

Mediotiempo

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