Seguramente en el mundo, en cada Liga, pasan cosas similares, sí, lo acepto, pero la Liga MX tiene sus peculiaridades.
Insisto, seguramente en otras pasen cosas que acá no, pero en la nuestra suceden temas que, a título personal, dejan mucho qué desear.
Para comenzar quiero aclarar algo: a mí, aaa mí en lo particular, la gente de Orlegi no me cae ni la procuro ni tengo ningún interés en decir algo bueno de ellos. No soy pro Orlegi.
Pero una cosa es no ser “pro” y otra es montarte en la marea general.
¿Que a dónde voy con esto? ¿que cuál es la peculiaridad en nuestro México lindo, en el entorno de la afición al futbol?, algo tan simple como impopular y políticamente impropio de mi parte… pero real.
Vivimos en un país en el que “si mi equipo pierde, es porque al otro siempre buscan beneficiarlo”.
“¡Aaay, pooobre de mí y de mi equiiipo, la traen contra nosoootros, qué malos son y qué comprada tiene la Liga al que beneficiaron!”.
¿Es real que tenemos una mente que nos impone pensar que si no gano no es por mis deficiencias y sí porque el otro hace trampa?
Sé que mi columna será políticamente errónea para con la afición —políticamente, insisto—, que le gusta sumergirse en el mar de la autoflagela y de perderse en un viaje en el universo del victimismo.
Hay una corriente ya en México que cada semana culpan a Alejandro Irarragorri y a su Grupo Orlegi de tener comprado nuestro futbol.
Insiiisto, a veeeces hasta mal me cae ese señor, pero eso es una cosa y otra que caiga en esos argumentos tan baratos de justificar las derrotas de “nuestro equipo” siempre en la corrupción del rival.
Lejos de ayudar al equipo que le vas, lo perjudicas. Culpar a Orlegi de “compra de árbitros” y “manejo decisiones”, es un mensaje indirecto a los tuyos diciéndoles: “Tú, equipo de mis amores, estás bien, eres bueno, te perdono todo, y si perdiste, amor de mi vida, no fue por tu incapacidad, sino porque Orlegi (en este caso) es perverso, malévolo, corrupto y primo hermano de Luzbel, el dios de las Tinieblas”.
Esta reacción de la gente se me figura a cuando defienden a los jugadores indisciplinados que los cachan en acciones que perjudican a su salud, descanso, cuerpo y condición física, lo cual recae en los resultados de su equipo.
Lejos de molestarse con quien le vale reverenda madre estar preparado física y mentalmente, el enojo es con quien informa que ciertos jugadores se la viven de madrugada, en alcohol y descansando poco o nada para rendir más.
(No es broma. Hay quienes acusan al que informa y no al que incumple disciplinas de sus equipos. Así de ciegos están).
Es por ello que comencé la columna diciendo que la afición mexicana tiene esa particularidad.
“Señor padre y señora madre de familia, les informo que su hijo Pepito es chiflado, le pega a sus compañeros, no pone atención, no hace tareas y reprueba los exámenes”, le dice la maestra cooon pruebas a los padres de Josecito.
Y ellos, lejos de reprimir al infante, le dicen de todo a la maestra, acusándola de metiche y diciéndole que a ella qué chingados le importa.
Si con estos ejemplos no nos queda claro que si quieres a alguien debes agradecer que te informen que anda indisciplinado y poniendo el riesgo la calidad que le deben proporcionar a tu equipo, y en cambio maldices al que te lo comenta, si eso no lo entendemos, entonces seremos siempre “Los Padres de Pepito”.
Orlegi
Quiero cerrar el caso de este dueño del Santos y del Atlas.
Tal vez por errores arbitrales sí se han visto beneficiados, como tooodos los equipos en el mundo.
¿O acaso dijiste algo tú aficionado Tigre cuando el árbitro expulsó erróneamente al defensa del Ame Paolo Goltz y por ahí entró el gol de Dueñas del título en aquel 25 de diciembre del 2016?… No, ¿verdad?
¿O acaso dijiste algo tú aficionado Chiva cuando el 28 de mayo del 2017 Santander no le marcó un penal a favor de Tigres del tamaño del Universo y gracias a eso fuiste campeón?… No, ¿verdad?
¿O ya se te olvidó, aficionado Rayado, que el 29 de diciembre del 2019 le anularon el que sería 3-0 a favor del Ame del “Piojo” y con eso estabas muerto y no hubieras ganado esa Liga?
¿O ya se te olvidó también que en la Final de Conca el gol que anotaste al Ame fue en fuera de lugar y al 97 un claro penal a favor de la Águilas no se lo dieron y así fuiste campeón y gracias a eso fuiste al Mundial de Clubes?
Clarooo, el título del Atlas del 12 de diciembre del 2021 estuvo muy manchado por malas decisiones, desde los Cuartos, pero como los ejemplos que les dije… hay muchos otros más.
No caigamos en: “Mi equipo perdió porque el otro es corrupto y tramposo”, cegándonos en la realidad del nuestro.
Por Dios, debemos dar el salto al escalón de una visión global, y no a la de “mi pequeño mundo donde soy una víctima”.
PD: “El que esté libre de haber sido favorecido por los silbantes… ¡que tire la primera piedra!”.