El porcentaje de efectividad de la Selección de México es espectacular. Pero hay una confusión importante por no saber realmente qué lectura darle a estos números.
Los rivales contra los que nos enfrentamos dejaron mucho que desear. La Liga de Naciones de CONCACAF te obliga a jugar con los equipos del área y muchos de ellos son inferiores, por lo cual se consiguieron victorias, aunque no todas fueron con facilidad como en el papel esperábamos que fuera.
Por otro lado, cuando se jugó contra equipos de mayor nivel, se sufrió e incluso se llegó a perder. En Copa Oro nos fuimos a penales para avanzar de ronda y en amistoso Argentina nos dio un baile.
La confusión llega cuando juegas contra un equipo como Bermudas, que ocupa un puesto arriba del 100 en el ranking de la FIFA y no ganas con facilidad. Entiendo las 9 rotaciones que hizo Gerardo Martino, son más que normales y en búsqueda de observar a otros jugadores.
Pero incluso haciendo cambios México tendría que ganar con facilidad. No es entendible y es preocupante que ayer se haya tenido que hacer uso de Raúl Jiménez y Uriel Antuna para poder ganar el encuentro.
Pedimos amistosos contra selecciones de élite pero no somos capaces de ganar con categoría contra los rivales de área. Creo que esa es la autocrítica que debemos de buscar. Si somos el gigante del área y creemos que merecemos más, hay que demostrarlo en la cancha, no en micrófonos. Eso nos hará mejores y dará argumentos para seguir creciendo. Vámonos, que la pasen bien.
