Llegó al hotel en un Jetta blanco, saludó a toda la gente y después a nosotros. Lo esperábamos Toño Moreno y yo para realizar el programa de Marca Claro por MVS Radio en vivo desde Guadalajara. Lo primero que nos contó fue que aquel coche le pertenecía a Salvador Reyes cuando murió y que su hijo lo guardaba con mucho cariño, pero que se lo había prestado para estos meses.
Empecé el programa asegurando que se quedaba en Chivas como técnico el próximo torneo. Luis Fernando Tena sonrió, no confirmó mi información, pero tampoco la negó; solamente dijo que la cosa pintaba bien.
Terminada la entrevista me dijo “no vaya ser el diablo” confirmado que se quedaba, pero que cualquier cosa podía pasar.
Nos confesó que no negoció su sueldo, le dijo a Amaury Vergara que lo que ellos consideraran correcto, lo iba a aceptar. En tiempos donde el dinero manda en cualquier negociación, Tena optó por el sueño profesional de dirigir a Chivas.
Un técnico que fue campeón olímpico tenía el sueño de dirigir y triunfar con Chivas. Valoro mucho la humildad y la ambición del técnico recién ratificado del Guadalajara por aceptar ese reto, conseguir resultados y ahora empezar un nuevo proyecto.
Tena merece lo bueno que le está pasando. Su experiencia, liderazgo y personalidad son garantías para que le vaya bien con las Chivas.
Los jugadores están contentos con su manera de llevar al grupo y con algunos refuerzos. El Guadalajara volverá a ser lo que ha dejado: protagonista. Vámonos, que la pasen bien.
