El 7 y 19 de septiembre de 2017 son fechas que aún están vivas y presentes para los mexicanos. Aquellos terremotos con epicentros en Chiapas y Axochiapan, respectivamente, nos dieron una muestra de la solidaridad que puede tener nuestro pueblo y el apoyo que brindó la familia del futbol.
Oaxaca y Zacatepec fueron dos entidades que se vieron muy afectadas aquella ocasión. Hoy ambas plazas, tienen la oportunidad de levantar el título del Apertura 2019 en el Ascenso con la Final.
Recuerdo que Alebrijes se unió y fue partícipe de buenas causas, iniciativas por parte de la familia San Román; como donar la entrada de los juegos, ser centro de acopio el Estadio Tecnológico de Oaxaca y en las playeras del primer equipo cada jugador tenía el nombre de los municipios oaxaqueños afectados.
Por su parte, en Zacatepec, inmediatamente después de la tragedia, los jugadores dejaron los zapatos de futbol, tomaron picos y palas para ayudar a recoger escombros de casas que se vieron afectadas en los alrededores del Agustín “Coruco” Díaz, inmueble que fungió como albergue, gran labor que encabezó el presidente de los Cañeros, Víctor Arana.
Una de las experiencias que más me han marcado, fue ser parte de esta ayuda con los futbolistas de los Cañeros, yendo a dejar víveres a localidades morelenses que fueron azotadas por el terremoto y en las cuales aún no llegaba la ayuda.
En esos momentos, el futbol sirvió como distracción para esos momentos tan difíciles que vivieron los oaxaqueños y morelenses.
Por eso hoy no escribo sobre un resultado de la Final, hoy quiero plasmar como se pusieron de pie estas dos aficiones de dichos estados y su gente.
La afición oaxaqueña hoy tiene un escape con esta Final, después de muchos problemas sociales que ha atravesado. Mientras que los morelenses pueden verlo de igual manera con el tema de la inseguridad que ha afectado a esta entidad.
El futbol se ha convertido no solo en una distracción, sino en un respiro de vientos nuevos para estas plazas, que han sido golpeadas en los años más recientes.
Hoy el resultado es lo de menos para mí, me siento orgulloso de conocer estas dos localidades que sufrieron y se levantaron, estando de pie y en una Final de Ascenso.
Siempre he dicho ¡bendito futbol!, ¿saben por qué? Porque me deja vivir este tipo de experiencias que me hacen crecer como ser humano, persona y que la gente de Oaxaca y Zacatepec ya sabe lo que es ganar... cuando su pueblo lo hizo en las peores adversidades y pusieron su puño en todo lo alto, independientemente de un resultado deportivo, lo hicieron en la vida. ¡Por eso celebro la vida oaxaqueña y morelense!
Oaxaca y Zacatepec, ellos para mí ya son campeones.
