Tan corta es la vision de los dirigentes de la Liga MX que dejarán pasar una gran oportunidad para explotar una joya que les deparó el destino.
El bendito sistema de competencia del futbol mexicano y los caprichos de la vida colocaron un par de sabrosos platillos para la última jornada de la fase regular, peeeeero por la atinada torpeza de las autoridades del campeonato mexicano no será aprovechada esta situación.
Los duelos Cruz Azul-Tigres y Pumas-América definirán al último invitado para la Liguilla del presente Clausura 2016. Y lo peor es que uno se jugará el sábado y el otro el domingo, cuando en la Liga MX tenían todo para que la atención del público se concentrara en estos partidos al mismo tiempo.
Pero no, en cambio los Pumas saldrán a la cancha del Estadio Olímpico Universitario ya con la certeza de saber que tienen posibilidades de meterse a la fase final o definitivamente jugar simplemente por el trámite con las Águilas.
Toda la emoción que podría haber en torno a los tres equipos involucrados en la pelea por la obtención del último boleto a la Liguilla jugando a la misma hora, se perderá por ese poco deseo de generar expectativa en la afición.
Imagínense el rating que tendría una transmisión televisiva donde se fueran mezclando imágenes de los dos partidos conforme fueran dándose los goles. Sería una verdadera locura, un rating altísimo.
Y resulta que la visionaria Liga MX dice que no, que por reglamento nadie puede cambiar el horario registrado como oficial… ahora resulta que se respetan a rajatabla los reglamentos del futbol mexicano. ¡Ay ajá! Muy muy muy, así que ustedes digan, muuuuuy inteligentes, pues no son. Se pasan de veras…