Los paquetes fueron interceptados en medio de una fuerte polarización política con miras a las legislativas de mitad de mandato del 6 de noviembre, vistas como un referendo para Trump y el gobernante Partido Republicano.
El expresidente Obama y la excandidata presidencial Clinton son las figuras de más alto perfil de la oposición demócrata, en tanto CNN se ha distinguido por su agresiva cobertura del gobierno de Trump, quien reemplazó a Obama tras vencer a Clinton en 2016.
Mientras anuncian la bomba en lo de los Clinton y Obama, suena la alarma en los estudios de CNN. pic.twitter.com/Bja1pNOAXS
— Alejo Schapire (@aschapire) 24 de octubre de 2018
"Los dispositivos parecen ser bombas caseras", dijo Bryan Paarmann del FBI, señalando el aparente envío de "múltiples paquetes similares".
Prominentes demócratas afroestadounidenses también estuvieron entre los destinatarios, como el exfiscal general de Obama, Eric Holder y, según trascendidos de prensa, la legisladora por California Maxine Waters, ambos críticos de Trump.
Un dispositivo sospechoso hallado en la oficina de Manhattan del gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, resultó ser una falsa alarma, al igual que otros cerca de las oficinas de la ascendente senadora demócrata Kamala Harris.
En Florida, la policía también investigaba un paquete sospechoso cerca de la oficina de una legisladora demócrata, Debbie Wasserman Schultz.
Desde la Casa Blanca, Trump, cuyos críticos lo acusan de envalentonar a los extremistas de derecha y tolerar la violencia, hizo un llamado a la unidad.
"En estos momentos, tenemos que unirnos y enviar un mensaje muy claro y contundente de que los actos de violencia política de cualquier tipo no tienen lugar en Estados Unidos", dijo.
Ante este hecho, la primera dama Melania Trump denunció estos "ataques cobardes" y condenó a "todos los que eligen la violencia".