El anuncio de la misma cantante de su participación en la inauguración de los Centroamericanos en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez sorprendió a propios y extraños. José Llinas fue uno de ellos. Trabajador de un restaurante de marisco a media hora del recinto donde estará la intérprete de El Dorado.
“Shakira es la artista internacional que salió de Barranquilla. Conozco su historia desde muy niña, ningún coro de ningún colegio de ninguna parte la querían aceptar porque tenía una voz muy chillona, nadie la quería”, explicó.
La mujer parece ser un familiar de casi todos los barranquilleros. Las historias sobre ella sobran, en el colectivo de los habitantes de la ciudad vive la idea de que Shak no se ha olvidado de sus origines humildes “sabemos que viene de incógnito a visitar la ciudad”, comentan por las calles.
Llinas no se detuvo a platicar más de la estrella colombiana. Sin varios años que su voz no es escuchada en estas tierras más que por la radio y la televisión que hacen viajes en el tiempo recordando su éxito con “Servicio de Lavandería”, pasando por “Fijación Oral” hasta la nueva versión de una Shakira reguetonera.
¡Y apreció @shakira en @Bquilla2018! ?https://t.co/qIFc60WPld pic.twitter.com/ALO2D04e4o
— MedioTiempo (@mediotiempo) 20 de julio de 2018
A las afueras del Metropolitano, remodelado para las competencias veraniegas, se observa una estatua particular. En una placa de metal negro, la silueta de la cantante con su frondosa cabellera vigila en inmueble que hoy gritará de emoción ante los minutos que ofrecerá frente al micrófono gracias a un viaje fugaz y una pequeña pausa de horas en su gira World Tour Dorado.
“Es una estrella que nos ha llevado lejos, a Barranquilla en el exterior. Esperamos que los Juegos sean un éxito y hoy ese estadio e verá monumental, que sea un espectáculo de alto nivel como lo son los que ella está acostumbrada a nivel mundial”.