En México, se registran aproximadamente 90 temblores anuales de magnitudes mayores a 4 grados en la escala de Richter, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
A continuación, te explicamos cómo el país gestiona esta alta actividad sísmica y te proporcionamos información precisa en tiempo real.
¿Qué son los movimientos telúricos?
Los movimientos telúricos, también conocidos como sismos o terremotos, son fenómenos naturales que se producen debido a la liberación repentina de energía acumulada en la corteza terrestre. Esta energía se libera cuando las placas tectónicas que forman la superficie terrestre se desplazan y chocan entre sí.
Las placas tectónicas son grandes bloques de roca que conforman la capa externa de la Tierra y están en constante movimiento. Cuando estas placas se deslizan, chocan o se separan, se acumula tensión en las zonas de contacto entre ellas. Esta tensión se libera eventualmente en forma de ondas sísmicas, que se propagan a través de la Tierra y causan vibraciones en la superficie, lo que percibimos como un temblor o terremoto.
Los movimientos telúricos pueden ocurrir en diversas partes del mundo y tienen diferentes magnitudes, desde temblores apenas perceptibles hasta terremotos devastadores. Su ocurrencia está relacionada con la actividad tectónica y la geología de una región específica.