
Con la transición del verano al otoño en México, el clima experimenta cambios que, aunque pueden ser más suaves que en otras latitudes, sí influyen en el comportamiento de las plagas. Las lluvias persistentes en algunas regiones y el gradual descenso de las temperaturas en otras, invitan a ciertas especies a buscar refugio, alimento y condiciones más favorables en nuestros hogares y jardines.
Estar preparado para identificarlas y combatirlas de manera efectiva es clave para mantener tu espacio seguro y saludable durante esta temporada.
Las tres plagas más comunes en otoño
Aquí te presentamos las tres plagas más comunes que suelen aumentar su actividad en el otoño en diversas regiones de México:
1. Cucarachas
Aunque las cucarachas son una plaga presente todo el año en México debido al clima cálido, en otoño, con la posible disminución de lluvias o los frentes fríos, pueden buscar aún más activamente el calor y la humedad de nuestros interiores, especialmente en cocinas y baños. Son portadoras de bacterias y alérgenos, y su presencia es un indicio de falta de higiene o de acceso fácil a fuentes de alimento.
Señales de infestación: Avistamientos, especialmente por la noche; excrementos pequeños y oscuros (parecidos a la pimienta molida o a granos de café); olores desagradables y persistentes; y ootecas (cápsulas de huevos).
Prevención y control:
- Higiene impecable: Limpia a fondo la cocina y el baño. No dejes restos de comida ni platos sucios.
- Sellado: Sella grietas, ranuras y agujeros en paredes, pisos y alrededor de tuberías.
- Almacenamiento: Guarda los alimentos en recipientes herméticos.
- Humildad: Repara fugas de agua y reduce la humedad.
- Cebos y trampas: Utiliza cebos específicos para cucarachas en áreas estratégicas. En infestaciones severas, la intervención profesional es crucial.

2. Mosquitos
Aunque el otoño marca el fin de la temporada de lluvias en muchas partes de México, las condiciones de humedad residual y las temperaturas aún cálidas son ideales para la reproducción de mosquitos. Los recipientes con agua estancada (floreros, cubetas, llantas) siguen siendo criaderos perfectos. La presencia de estos mosquitos es una preocupación de salud pública importante.
Señales de infestación: Picaduras frecuentes, zumbido característico, avistamiento de larvas en agua estancada.
Prevención y control:
- Elimina criaderos: Vacía, limpia o voltea cualquier recipiente que pueda acumular agua. Lava floreros y bebederos de mascotas con frecuencia.
- Protección personal: Usa repelente de insectos, ropa de manga larga y pantalones, especialmente al amanecer y al anochecer.
- Barreras físicas: Instala mosquiteros en puertas y ventanas en buen estado.
- Participación comunitaria: Colabora en campañas de descacharrización y reporta posibles criaderos a las autoridades sanitarias.

3. Hormigas
Las hormigas son persistentes durante todo el año en México, pero en otoño, con los cambios de temperatura o la búsqueda de nuevas fuentes de alimento antes de los meses más fríos, pueden intensificar su búsqueda en nuestros hogares. Son atraídas por dulces, grasas y cualquier migaja de comida. Aunque rara vez son dañinas para la salud, pueden ser una molestia al contaminar alimentos.
Señales de infestación: Caminos de hormigas en paredes, pisos, encimeras; nidos visibles en el exterior (montículos de tierra) o interior (grietas); avistamiento de hormigas buscando alimento.
Prevención y control:
- Limpieza rigurosa: Elimina restos de comida, limpia derrames de líquidos y guarda los alimentos en recipientes sellados.
- Sellado: Sella grietas y agujeros en paredes, pisos y alrededor de ventanas y puertas por donde puedan entrar.
- Identifica la fuente: Sigue el rastro de las hormigas para encontrar su punto de entrada o su nido y atacarlo directamente.
- Cebos y trampas: Utiliza cebos específicos para hormigas. Estos son efectivos porque las hormigas llevan el veneno al nido. Los remedios caseros como el vinagre o el limón también pueden disuadirles temporalmente.
