
Los futbolistas chilenos decidieron no jugar este fin de semana la fecha que correspondía del torneo local -que ya suma un mes detenido-, debido al estallido social que no cesa en Chile y que ha dejado 20 muertos.
La decisión fue adoptada por el gremio de los jugadores chilenos, mientras en Asunción, sede de la Conmebol, se resolvía si, por el mismo motivo, se mudaba de Santiago a una ciudad de otro país la final de la Copa Libertadores entre el argentino River Plate y el brasileño Flamengo prevista para el 23 de noviembre.
Representantes de los 16 planteles del futbol chileno se reunieron junto a la directiva del Sindicato de Futbolistas profesionales (SIFUP) para tomar una posición en cuanto a la eventual reanudación del torneo local, detenido desde la décima fecha por los amistosos que Chile disputó ante Colombia y Guinea el 12 y el 15 de octubre, y tres días después por el inició del estallido social el viernes 18 de octubre.
"Como gremio hemos tomado la decisión de no jugar esta semana porque adherimos a las movilizaciones sociales desde el primer día. Bajo las actuales circunstancias, no podemos estar ajenos al dolor y sufrimiento de nuestros compatriotas", dijo Gamadiel García, Presidente del SIFUP, tras la reunión.
Varios referentes de la 'generación dorada' del futbol chileno reclamaron hace dos semanas a las autoridades de su país escuchar al pueblo y encontrar soluciones ante el estallido social que deja hasta ahora 20 muertos.
"¡Ahora! es el momento de las respuestas, de las soluciones", publicó Claudio Bravo, arquero del Manchester City y capitán de Chile en la coronación de La Roja en las Copas América de 2015 y 2016. También se pronunciaron en el mismo sentido los centrocampistas Arturo Vidal (Barcelona) y Gary Medel (Bologna).