

Hugo Sánchez lo conquistó todo a nivel individual en el Real Madrid, marcó época como uno de los mejores goleadores de la historia y sus 208 anotaciones le avalan, pero quién le iba a decir que el 22 de marzo de 1992 jugaría su último partido oficial con los Merengues por culpa de un pleito con su entonces entrenador, Leo Beenhakker.
La leyenda de Hugol y un final gris
Hugol se fue a España en 1981 con el Atlético de Madrid. El camino nunca fue fácil, de "indio" no lo bajaban por ser mexicano, le exigían volverse en el primer avión "o burro" a nuestro país porque no tenía con qué ser figura de los Colchoneros, pero el delantero hizo lo que mejor sabía para callarlos a todos: meter goles.
Fueron cuatro años con el Atleti y 54 goles en 111 partidos los que Sánchez Márquez necesitó para intercambiar el odio por amor en las gradas, aunque su traspaso al Real Madrid en 1985 le hizo un innombrable en los alrededores del Estadio Vicente Calderón.
Ya en la Casa Blanca, Hugo Sánchez se convirtió en el Pentapichichi, ganando cuatro de sus cinco trofeos a máximo goleador de LaLiga vestido de blanco, pero esa ilustre trayectoria escribió su último capítulo con una sanción de la directiva efectiva hasta el final de la Temporada 1991-1992.
El último juego de Hugo Sánchez con el Real Madrid
Nadie lo tenía presupuestado, ni Beenhakker ni el propio Hugo, pero un choque Real Madrid vs. Deportivo La Coruña el 22 de marzo de 1992 marcó el final de una era, que no podía terminar de otra manera que con un gol del mexicano en su despedida oficial.

Posterior a aquel compromiso, se hizo público el distanciamiento entre el ariete mexicano y el entrenador holandés. De acuerdo a palabras de Hugo Sánchez, el técnico rompió "un pacto" entre ambos que consistía en que el 9 solamente viajaría con el equipo si era considerado titular para los partidos.
"Se me están inflamado las amígdalas con toda esta situación", fue la frase pública con la que Hugol demostró su enfado hacia Beenhakker, quien igualmente exhibió al surgido de los Pumas por negarse a ser suplente en un partido de la Copa UEFA contra el Torino, en el que eliminaron a los Merengues.
Multa, suspensión y así terminó Hugo en el Madrid
La directiva del Real Madrid respaldó al neerlandés y suspendió a Hugo Sánchez hasta el día del final de su contrato, el 30 de junio de 1992, le impuso una multa de un millón de pesetas y el no gozar de sueldo durante los 70 días que estuvo inhabilitado.
Fue así como una de las más grandes leyendas del madridismo -orgullosamente mexicano- tuvo su despedida oficial involuntaria de manera precipitada y "con las amígdalas inflamadas"