
Gracias al futbol, la vida le brindó a Édgar Tomás Reveño una segunda oportunidad, luego de que una falla en sus riñones evitó que siguiera jugando de portero en el equipo de la cuadra.
Pero escuchó de la fundación “Apadrina un Trasplante A.C.”, donde encontró al técnico del América, Miguel Herrera, quien se ofreció a ser su padrino y costear la operación con la que el chico ha podido seguir en la lucha diaria.
“Ser padrino de Édgar, me siento orgullosísimo, la verdad, Édgar ha sido un chico extraordinario, ser parte de esta fundación me alegra mucho, estoy muy agradecido con Eli (Castro presidenta) por haberme invitado, sin duda”, expresó el Piojo a Mediotiempo.
“Todo esto me ha hecho cambiar la manera de ver la vida, la perspectiva que uno tiene en ese sentido, quiero pertenecer por muchos años a esta fundación, mientras tenga vida y fuerza para seguirlos apoyando”.
Al Piojo le pasan un reporte sobre la evolución de su ahijado. Mientras tanto, Édgar, después de haber sido trasplantado, todos los días acude a revisiones médicas, por lo que deja por unas horas su pueblo natal de Ajijic, en Jalisco, para ser atendido en el Hospital Civil de Guadalajara.
El joven de 24 años comentó que se siente muy agradecido con Miguel Herrera por haberlo elegido y apoyarlo para su operación.
“Representa muchas cosas el que me haya apoyado, porque nuestra familia no cuenta con los recursos necesarios para pagar una cirugía de ese tipo, entonces decidimos ir a la fundación”, explicó.
“Me dijeron que ellos me podían encontrar padrino y en tres días recibí la llamada, me dijeron que ya tenía padrino y me dieron la noticia que el señor Miguel Herrera era mi padrino para pagar mi cirugía de trasplante”.
- ¿Qué sentiste cuando te dijeron que era Miguel tu padrino? - “Me dio mucha alegría, me agarré a llorar y pues se dio que una persona de buen corazón ayudó para pagar mi operación. El señor mostró que son buenas personas (los futbolistas) al elegirme a mí como su ahijado, porque muchas personas piensan que son sangrones, me refiero al futbol, pero no saben cómo son por fuera”, contó.
Ahora Édgar, con paciencia, esperará el alta médica para poder seguir con su vida y con ello continuar alimentando su pasión por el futbol.
“Él (Miguel Herrera) y la fundación me dieron la posibilidad de una segunda oportunidad de vida, me gustaría seguir practicando el futbol, estuve en varias visorías, fui portero”, relató.
“Pero lamentablemente cuando me llegó la enfermedad tuve que dejarlo por completo, me entristeció mucho, pero ahora buscaré seguir practicando, porque mi enfermedad me tumbó en su momento todos mis sueños”.