- El estratega es amigable y alegre, según cuentan miembros del plantel de Monarcas
“Las apariencias engañan”, escribió apenas el lunes Tomás Boy en su cuenta de Twitter, refiriéndose a que la Comisión Disciplinaria lo había sancionado sólo porque se le ha tachado de peleonero. Eso mismo piensan miembros del plantel de Monarcas, pues de acuerdo a lo que dicen del entrenador no tiene nada que ver con todo lo gritón y enojón que puede ser durante los partidos de futbol, ya que la personalidad que manifiesta en la intimidad del vestidor e incluso afuera de las concentraciones es totalmente distinta a lo que se le ve hacer desde su posición de técnico. Con el carácter fuerte que despliega el “Jefe” Boy en su área técnica ya hasta se ha ganado la fama de broncudo, burlón o hasta soberbio, pero quienes lo conocen bien y conviven con él día a día, ofrecen un perfil opuesto del estratega. “Es una excelente persona, se transforma bastante estando dentro y fuera de la cancha”, menciona Roberto Hernández, auxiliar de Tomás. “Es amigable, porque con lo que la gente se queda es con lo que ve en cancha, que es muy gritón y que dice esto y lo otro, pero una vez que estás con él conviviendo en la parte personal es completamente diferente, no deja de ser apasionado porque eso lo tiene por dentro, pero sí cambia, sí se transforma y sí es una excelente persona”, agrega. Aunque parezca que Boy se molesta con todos sus jugadores cuando se equivocan en el terreno de juego y les propine una regañadas de alto calibre, ya en el vestuario de comporta de diferente manera. "La verdad que la imagen hacia afuera es otra, él en la intimidad y en el día a día es muy diferente, da la imagen de repente de intratable" “La verdad que la imagen hacia afuera es otra, él en la intimidad y en el día a día es muy diferente, da la imagen de repente de intratable, pero no es así, la verdad es que en el seno y en la intimidad del vestidor es una gran persona”, señala el goleador del equipo purépecha, Rafael Márquez Lugo. El capitán de Monarcas, el portero argentino Federico Vilar, con quien se dijo alguna vez que tenía constantes fricciones, echa abajo esa versión porque lo considera un hombre agradable que sabe ganarse la confianza de los futbolistas. “Es una persona con experiencia en el manejo de grupo y encuentra los momentos justos para saber apretar y también para saber cuándo ser condescendiente con el jugador para tenderle una mano en los momentos que el jugador lo necesite, por supuesto que es amigable. “Yo creo que una de sus principales virtudes es la pasión que tiene por este deporte y te la transmite en cada momento, con todo lo que fue como jugador y con todos los años que lleva como técnico y que te transmita tanta energía y tantas ganas de ser cada día mejores y de disfrutar esta profesión, creo que es muy valorable más allá de otras virtudes que tiene”, indica Vilar. El auxiliar Hernández también aporta elementos para explicar cómo se maneja Tomás con la plantilla del Morelia, porque tampoco es igual el trato con todos los miembros del equipo. “Es muy inteligente, es muy vivo, tiene muchos años de experiencia, y él sabe perfectamente a qué jugador le puede llegar de un modo y a qué jugador le puede llegar de otro, te aseguro que no es generalizado, de repente cuando está ante el grupo sí se manifiesta con su carácter y su temperamento tratando de transmitir la idea, pero cuando es específico y cuando se trata de un jugador en sí él conoce perfectamente cómo le puede llegar, y te aseguro que al que le puede gritar lo va a hacer, y al que tiene que apapachar y sobarle la espalda lo va a hacer, o sea, lo hace, entonces el éxito que hemos tenido hasta hoy sin duda es por eso, porque sabe cómo llegarle a cada uno de los jugadores”, aclara el asistente técnico de Boy. Desde luego que tratándose de trabajo Tomás lleva al extremo su intensidad, pero incluso en la derrota se porta de forma amistosa con sus dirigidos. “Dentro de la cancha te exige, pero fuera de la cancha bromea, es un buen tipo a final de cuentas, siempre te da la mano y es amistoso con los jugadores en el vestidor”, aporta el mediocampista Luis Miguel Noriega. Lo mismo opina Márquez Lugo, quien de la mano de Boy ha resucitado futbolísticamente para convertirse en un referente del Morelia. “Obviamente disfruta mucho los triunfos del equipo y los goza, pero cuando pierde no nos recrimina ni mucho menos, siempre para adelante, como te digo, un tipo positivo y ganador”, afirma Rafa. Tomás es capaz hasta de convivir con los miembros de su Cuerpo Técnico y los futbolistas es la escuadra michoacana en un ambiente alejado del futbol, en una muestra más de que las apariencias engañan. “Regularmente lo hace, ya con nosotros fuera de la cancha regularmente comemos juntos o estamos cenando juntos, que el café, o sea, hay temas personales y particulares que se tocan en esas pláticas, porque sí es bastante abierto”, asevera Hernández.