Miguel Herrera ha sido sobrepasado. El carácter jovial, alegre y atrevido que tiene el “Piojo”, y que por años nos ha cautivado, hoy es su peor enemigo. Por eso parece urgente el regreso de Ricardo Peláez a la Selección Mexicana.
Nunca ha sido extraño ver al estratega del Tri engancharse con los árbitros por alguna eliminación, o enfrentándose en una guerra de palabras con alguno de sus “enemigos”.
Sin embargo, cuando llegó al América, la impulsividad que manejaba fue casi eliminada; el autor de la hazaña fue Ricardo Peláez.
El Presidente del América logró que Herrera se comportara bajo los lineamientos del club, evitando las polémicas fuera de la cancha. Sí es verdad que hubo algunos desaciertos, pero la imagen del “Piojo” no fue trastocada.
Era tan bueno el trabajo que Peláez hacía con Miguel Herrera que la Selección Mexicana decidió ficharlos en conjunto para pelear el pase al Mundial y después llevarlos a Brasil 2014.
Una vez concluida la participación del Tri en la justa mundialista y después de los acomodos internos en la Federación, Peláez salió para hacerse cargo del América, pues el acuerdo, desde un inicio, así lo había estipulado.
Pero hoy, después de ver a Miguel Herrera cometiendo errores como promover el voto para un partido en día de elecciones, encararse en redes sociales con Cristian Martinoli, y echarle la culpa al arbitraje por la eliminación de los aztecas, no cabe duda que Peláez le hace falta con urgencia.
No dudo que Miguel Herrera pueda llevar al cuadro nacional a un éxito deportivo, pero si su imagen lo consume, la misión Rusia 2018 difícilmente será concluida.
