
Desde las 10 de la mañana del jueves 20 de febrero, los ojos del deporte amateur en México estaban volcados al control técnico entre las dos mejores exponentes de Taekwondo en la rama femenil categoría +67kg con Briseida Acosta y María del Rosario Espinoza.
¿Quiénes pagaron por ver el combate?
La sede fue Cancún, ahí, la Federación Mexicana de Taekwondo decidió cobrar 800 pesos a todo representante de comunicación para poder acceder a la competencia y ver el duelo que terminó ganando Acosta. Fue un grupo pequeño de reporteros que pagaron dicha cantidad.
Una vez comenzado el primer combate, pues la ganadora tenía que ser vencedora en dos de tres, los petos tuvieron fallas en su sistema eléctrico con la contabilidad de puntos, por lo que la transmisión en Facebook fue cortada y cuando se arregló el inconveniente se repitió un round entre Acosta y Espinoza, la triple medallista olímpica y mundial se llevó ese duelo por punto de Oro.
Por si fuera poco, sólo esa categoría fue sometida a un control técnico, pues Daniela Souza en -49 kg, Brandon Plaza en -58kg y Carlos Sansores en +80 kg fueron nombrados sin más contratiempos. Además, de que si las plazas se consiguen en el Preolímpico de marzo próximo en Costa Rica, habrá otra evaluación entre Briseida y María el 20 de mayo para ver quién va a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
¿Qué pasa con los petos?
Incluso, la paradoja de la FMTKD es la renta de petos electrónicos de la marca coreana KPNP para estos controles, los cuales fueron comprados por Raymundo González Pineda, presidente de la Federación y Alfonso Victoria Espinosa, entrenador, con recursos públicos en el 2017, según la investigación publicada por la Revista Proceso el 24 de noviembre del 2019.
Es el mismo González quien determinó que los petos a utilizar en competencias nacionales son KPNP forzando a los atletas a comprar indumentaria que se adapte a estos instrumentos y que él mismo González y Victoria Espinosa venden como únicos proveedores en México.
“Los petos y el equipamiento de la marca KPNP se compran en Corea del Sur durante los viajes a competencias o a las concentraciones que hace la selección nacional y los introducen al país en el equipaje de los seleccionados nacionales, quienes deben traer entre sus cosas petos, empeineras y todo aquel equipo que Victoria les pide. De esa manera se ahorran el pago de los impuestos correspondientes y los trámites de importación”, dice la investigación del seminario.