¡Por fin termina la espera! El próximo fin de semana en Canton, Ohio, se dará el banderazo de salida oficial rumbo a la época más feliz del año, la temporada de futbol americano de la NFL.
Todo comienza, como es costumbre, con el fin de semana del Salón de la Fama, donde además del primer juego de pretemporada -que este año disputan Falcons y Broncos- se lleva a cabo la ceremonia de investidura al Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional (Pro Football Hall of Fame), cuya clase del 2019 la conforman los jugadores: Champ Bailey, Tony González, Ty Law, Kevin Mawae, Ed Reed, Johnny Robinson; además de los ejecutivos: Gil Brandt y Pat Bowlen.
No es raro que en el análisis nos detengamos a revisar el trabajo o la importancia de un personaje directivo en una organización deportiva, sin embargo, en el caso de Pat Bowlen, debemos inmiscuirnos mucho más allá de la labor realizada, hay que poner énfasis en la parte humana y la importancia que tuvo para los Broncos de Denver.
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Pat instauró una cultura ganadora en los Broncos, desde su primer año como dueño, en 1984. Los Broncos mostraron esa mentalidad al ganar su División con marca de 13-3. Durante sus 35 años como el hombre al frente del equipo, Denver logró más de 350 victorias y 7 viajes al Super Bowl, ganando en ocasiones consecutivas el Trofeo Lombardi.
Es justo durante el primero de estos campeonatos, el Super Bowl XXXII, que Pat Bowlen nos regaló uno de los momentos más emotivos, cuando en la ceremonia de premiación, tomó el micrófono y en lugar de decir las palabras que normalmente estamos acostumbrados a escuchar de un presidente deportivo, dijo lo siguiente: “Este es para John”.
Palabras inmortales y de agradecimiento a un hombre que, a su lado, llevó al equipo a lo más alto. Aquel jovencito que en 1983 prefirió casi renunciar a la NFL que a jugar en Baltimore y, que, a la postre terminaría siendo el símbolo del equipo de las rocallosas, John Elway.
Años más tarde, tras batallar contra el Alzheimer, en 2014 Pat Bowlen cedería el control operativo de la franquicia a Joe Ellis. Un año más tarde, los Broncos, volverían a alzar el trofeo Vince Lombardi, regalándonos un momento mágico, cuando en la ceremonia de premiación, John Elway -ahora en funciones de directivo- tomaría el trofeo, lo alzaría en todo lo alto y diría: “Este es para Pat”, recordando que fue Bowlen quien casi dos décadas antes lo convenció de no renunciar, en búsqueda de ese tan ansiado anillo de campeonato que se les había escapado en varias ocasiones.
Bowlen fallece el 13 de junio de este año. Su legado, sin embargo, permanece en una franquicia que siempre es protagonista y que este año buscará honrar al hombre que los hizo ganadores y que cambió la filosofía en una ciudad que hoy está a la altura de un hombre tan grande como lo fue Pat, cuyo lugar en Canton está reservado al lado del hombre a quien le dedicó ese primer campeonato de la NFL: John Elway.