El horno no está para bollos. Chivas perdió el foco de lo realmente importante esta temporada y se dieron el lujo de ir a jugar partidos amistosos en Estados Unidos sin importarles el inicio de la Liga MX.
Esa es una opción, que les haya importado poco la Liga, la otra y seguramente la verdadera, es que se sintieron por encima del reglamento y del calendario, con la posibilidad de mover partidos dependiendo de sus compromisos comerciales. Algo que no sucedió.
Chivas tiene que entender que no hay nada más importante para ellos que el no descender, pues Veracruz y San Luis empiezan de cero y con muy pocos puntos van a subir mucho en la tabla del cociente. En estos momentos Guadalajara está empatado con Querétaro en puntos y el duelo parece directo.
Eso es lo realmente importante en Chivas y no se pueden dar el lujo de jugar un partido contra el Benfica en Estados Unidos y al día después el primero de la temporada contra Santos. Están muy desordenadas sus prioridades de cara a un torneo clave en la lucha por la permanencia.
No se pueden permitir fallar y no lo han entendido. Es verdad que el desorden de reglamentos en la Liga MX permite que un equipo con 120 millones de pesos logre en el escritorio lo que no pudo en la cancha. Pero parece ridículo que Chivas, con su historia y grandeza, sepa que por tener esa red de protección, puede dejar de darle la seriedad necesaria. Vámonos, que la pasen bien.
