En la última década, el permafrost siberiano ha revelado al menos cuatro cachorros de león de las cavernas en un estado de conservación excepcional. Estos pequeños felinos, congelados en el tiempo, exhiben pelaje, huesos, dientes y órganos completamente intactos, incluso uno de ellos conserva rastros de leche materna.
Fenómeno Aumentado por el Cambio Climático
La frecuencia de estos descubrimientos ha experimentado un notable incremento en los últimos años, atribuido al cambio climático. El calentamiento y debilitamiento del permafrost están desenterrando restos de mamuts, lobos, osos, renos y otros animales que podrían remontarse a miles de años.
#FossilFriday has to be Boris and Sparta the Pleistocene cave lion cubs, now that they are published. Found just 15m apart, but actually 20,000 years separate in age! https://t.co/z1SKdOOLR9 [Free PDF]. Images by @love_dalen pic.twitter.com/aC87PjBfxP
— Dr Ross Barnett (@DeepFriedDNA) August 6, 2021
En 2018, a orillas del río Semyuelyakh en la región de Yakutia, Rusia, se encontraron dos cachorros de león de las cavernas, Esparta y Boris, con 28,000 y 43,448 años de antigüedad, respectivamente. Se pensó inicialmente que eran hermanos, pero análisis revelaron que no pertenecían a la misma manada. Esparta, en particular, muestra detalles distintivos como bigotes, dientes, y restos de leche materna, proporcionando valiosa información sobre la dieta de la madre leona.
Un Hallazgo Único en Yakutia
Valery Plotnikov, uno de los autores del estudio publicado en la revista científica Quaternary, comentó sobre el hallazgo: "El hallazgo en sí mismo es único; no había ningún otro descubrimiento de este tipo en Yakutia". Colectores de colmillos de mamut descubrieron a Esparta y Boris mientras exploraban la región siberiana.

Estos cachorros pertenecen a la extinta especie de león de las cavernas, que pobló la Tierra durante el Pleistoceno, entre hace aproximadamente 300,000 y 10,000 años. Adaptados al entorno glacial, estos leones eran animales robustos con colmillos imponentes que llegaban a medir hasta 2.1 metros de longitud. Su extinción se vincula a cambios climáticos y la escasez de presas, contribuyendo a la extinción masiva global del Cuaternario.