

El gobierno de México anunció que el banco central tendrá su moneda digital hacia el 2024. La autoridad monetaria señaló que en un informe divulgado hace casi dos semanas trabaja en el estudio y desarrollo de un proyecto de ese tipo sin dar fechas precisas.
En su cuenta de Twitter, el Gobierno dijo el miércoles por la noche que "@Banxico informa que hacia 2024 tendrá una moneda digital propia en circulación, por considerar de suma importancia estas nuevas tecnologías y la infraestructura de pagos de última generación como opciones de gran valor para avanzar en la inclusión financiera en el país".
Las monedas digitales son aquellas similares al bitcoin que han adoptado países como moneda de cambio para transacciones comerciales bajo ciertas condiciones.
Una fuente de alto rango del banco central (Banco de México), que pidió el anonimato, dijo el jueves a Reuters que "no es algo oficial". No fue posible de inmediato tener una posición oficial de la autoridad monetaria sobre la información dada por la presidencia.
En el "Informe anual sobre el ejercicio de las atribuciones conferidas por la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros" publicado por Banxico el 17 de diciembre habla que "trabaja en el estudio y desarrollo de una plataforma encaminada a la implementación de una moneda digital".
Agrega que toma como base las características que posee el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), la infraestructura de pagos de Banxico que permite a sus participantes -bancos, casas de bolsa, sofipos y otras entidades financieras reguladas- enviar y recibir pagos entre sí.
"El proyecto tiene entre sus objetivos la apertura de cuentas para el registro de una moneda digital tanto para personas bancarizadas como no bancarizadas, contribuyendo con ello a la inclusión financiera", dice el informe.
Aunque el documento menciona varias etapas del proyecto, no precisa horizontes de tiempo.
Varios bancos centrales alrededor del mundo están explorando el lanzamiento de monedas digitales, preocupados por la amenaza de que el bitcoin y otros criptoactivos puedan debilitar el control del dinero.