
En los últimos años, y tras la llamada "nueva normalidad", consecuencia de la pandemia del Covid 19, el uso de los códigos QR comenzó a ser recurrente en establecimientos, museos, locales y en muchos otros espacios, con el fin de reducir el contacto y facilitar el acceso a información.
Sin embargo, y como sucede con cada actualización en "pro de la innovación digital", esta herramienta se ha convertido en uno de los potenciales riesgos para los usuarios, pues escanear un código QR, sin ningún tipo de cuidado, podría provocarte problemas.
¿Qué riesgos hay en escanear códigos QR?
Los códigos QR, también conocidos como Quick Response, son un tipo de código de barras bidimensional que almacena información de forma compacta y permite ser escaneado. Ocasionalmente son utilizados con el fin de garantizar información de fácil acceso, sin embargo, también muchos peligros cibernéticos se asocian continuamente a este tipo de herramientas.
Un código QR tiene la función de redirigir a un enlace con cierta información, sin embargo esta información puede no siempre tener las mejores intenciones, pues en algunos casos son el punto focal de los ciberataques.
Los ciberdelincuentes suelen aprovechar esta herramienta para aprovecharse de los usuarios y almacenar información peligrosa, así como datos de enlaces web, textos, datos de contacto, coordenadas geográficas o configuraciones de Wi-Fi.

Existen algunos cuya redirección es hacia sitios maliciosos en donde los atacantes pueden aprovecharse de los usuarios para hackear sus cuentas u obtener información personal. También pueden ser utilizados para la descarga de malware.
En otras ocasiones se utiliza para phishing, lo que significa que pueden hacerse pasar por empresas legítimas o sitios de renombre para obtener información sensible. También pueden ser utilizados para redirigir a las víctimas a cuentas fraudulentas durante transacciones. Finalmente, son utilizadas para conectarse a redes Wi-Fi controladas por atacantes cibernéticos.
Por ello, entre las recomendaciones más comunes de sitios financieros y de servicios de ciberseguridad se hallan el tener cuidado con estos códigos y evitar leerlos si no confías en el lugar de procedencia.