
Liverpool obtuvo su sexta corona de Champions League tras imponerse al Tottenham, lo que también puso fin a su sequía de 14 años sin título europeo, por lo que su afición se motivó para cantar a todo pulmón el himno de los Reds, "You'll never walk alone".
El himno comenzó a ser entonado durante la premiación y enseguida los jugadores se acercaron a las gradas para recibir con cariño el poderoso eco de la melodía.
La afición suele cantar "You'll never walk alone" antes de los partidos, como lo hicieron previo al encuentro, pero esta ocasión era digna para repetir la acción una y otra vez.