En la lista de celebraciones no permitidas que pidió Tomás Boy debe venir, en primer lugar, no insultar al rival.
"Debería haber un formato de la Comisión de Arbitraje en donde venga un listado de las celebraciones permitidas", exigió el técnico de Cruz Azul después del Clásico Joven en el Estadio Azteca.
Pues antes que nada debería responderle dicha Comisión que no puede lanzar mentadas de madre a la banca del equipo contrario. Y tal vez con eso ya l quede claro al "Jefe" lo que no puede hacer.
Entiendo perfectamente que Boy reaccione con euforia tras un gol de último minuto que representó el empate a tres contra el América. Obviamente tenía que desahogarse porque por poco pierde un partido donde el rival tuvo dos expulsiones.
Creo que hasta ahí cualquiera puede tener un festejo a lo grande, gritarlo, patalear, tirarse al piso, correr, manotear o lo que ustedes manden y quieran, pero de eso a lanzar dos mentadas de madre dirigiéndose a la banca del América ya hay mucha diferencia.
Boy juega muy bien su papel de víctima, le tira la bolita a la Comisión de Arbitraje, pero las imágenes lo desnudan. Ofendió al rival, y por supuesto vino una reacción de los americanistas como Darío Benedetto que fue a encararlo, y el entrenador de Cruz Azul mantuvo su bravuconería retando al Pipa.
Al final el show de Tomás perjudicó al propio Cruz Azul que estaba para darle vuelta al marcador porque se comió tres minutos de los seis que agregó el árbitro y le rompió el ritmo. Así que ya sabes, "Jefe", para la próxima lo que debes hacer es no mentarle la madre al rival si no quieres te lo expulsen.
