
Milan parece encontrar el camino poco a poco, pues suma cuatro partidos sin perder y, en gran parte, es gracias al trabajo del experimentado y ganador Massimiliano Allegri, quien no solo ha impuesto disciplina dentro del campo, sino también en los pequeños detalles.
Allegri sabe de qué se trata estar en el conjunto rossoneri, reconoce la grandeza y tiene toda la autoridad para tomar decisiones, es por ello que ha impuesto un interesante reglamento para el día a día, mismo que parece estarle funcionando con los recientes resultados en Serie A y Coppa Italia.
De acuerdo con el medio italiano Corriere della Sera, Allegri obliga a todos los futbolistas a comunicarse en italiano sin importar su país de origen, por lo que desde Santiago Gimenez y Pervis Estupiñán (que hablan español) hasta Luka Modric o Cristopher Nkunku el idioma es el local con la intención de "entender al rival y a los árbitros".
Otra de las medidas que ha tomado Massimiliano es instalar una amplia mesa en el comedor de Milanello para que todos los jugadores coman juntos y no se creen "agrupaciones separadas", es simplemente un tema de unión y cohesión del equipo para que todo funcione dentro del campo.
Bajo el mismo tenor, los futbolistas de Il Diavolo -así como el resto del personal, como los cocineros o los encargados de servicios- están obligados a vestirse con el uniforme oficial, chamarra y corbata en los partidos de visita bajo la máxima de 'Max' Allegri: "Somos el Milán, no lo olvidemos nunca".
Milan enfrenta una prueba de fuego
Para confirmar si la tendencia positiva de los rossoneros es realista desafían al Napoli, que marcha como líder de la Serie A con pleno de victorias y es el vigente campeón, además, dirigido por otro histórico del calcio como lo es Antonio Conte: San Siro tendrá que pesar.
De ganar, el Milan igualaría a los partenopei en puntos y marcaría un inicio muy positivo para un equipo que la temporada pasada abandonó los puestos, siquiera, que otorgan boleto para la Conference League.