Del Potro, el ídolo de la generación Messi-Ginóbili que quiso jugar en Boca

Tandil es una cuna de poetas en Argentina, pero sus mejores versos durante los últimos años han salido de una raqueta, con

, originario de esa discreta ciudad que irrumpió su quietud con la consagración de uno de los atletas más explosivos de la última época.

Cuando era niño y corría despreocupado por las calles de esa ciudad ubicada en el corazón del estado de Buenos Aires, el sueño de

era convertirse en el ‘9’ de Boca Juniors, el equipo de sus amores. Pero el futbol no era para un hombre con un auténtico martillo en la mano derecha.

“Creo que fue una buena decisión, tomar por este camino del tenis. Pero como soy un gran aficionado del futbol y fanático de Boca Juniors, por supuesto que me hubiera encantado jugar ahí. Tuve la posibilidad de jugar en la Bombonera un partido, en la despedida de Martín Palermo, que es un gran amigo mío y fue algo único y emocionante”, relató a Mediotiempo.

El tenista de 1.98 metros no lleva un ‘9’ en la espalda, pero su tenacidad lo puso al lado del mejor ‘10’ del mundo. Junto a

, Del Potro es uno de los más grandes atletas de los últimos años, así como

, tres íconos del deporte argentino.

“Eso sí que puede ser algo de mucha responsabilidad, tratar de ser siempre un buen ejemplo para los más pequeños, para todo el país. Tratamos de hacer lo mejor que podemos en nuestro deporte y en nuestra vida y ellos (Messi y Manu) también son grandes referentes del deporte argentino, en el mundo también y entre todos y cada uno de nosotros tratamos siempre de dejar bien parado a nuestra bandera”, aseguró.

La Torre de Tandil acumula

en su carrera, siendo el de mayor relevancia aquel que ganó en el

de 2009. Además, comandó a Argentina a ganar la Copa Davis en 2016, año en que también se colgó la plata olímpica en Río 2016.

“Cada uno de esos logros ha sido diferente pero muy

, he conseguido cosas históricas, son sueños que jamás creí que podría lograr y cada uno de esos logros está en un lugar especial de mi carrera y de mi corazón”, indicó.

Pero como los buenos poetas,

encuentra inspiración en las tragedias, pues ha sabido aprender del dolor de las derrotas y disfrutar de ese sentimiento único que provoca la adversidad.

“Disfruté mucho el juego que le gané a Federer en el US Open, pero también disfruté mucho una

contra

que fue en cinco sets, me tocó perder pero lo disfruté mucho. Recientemente el de

fue emocionante”, reveló.

A las vitrinas del tandilense no les falta nada, pero su primera participación esta semana en el Abierto de Los Cabos, donde debuta este martes por la noche, podría ser histórica más allá de sumar un título más, pues en caso de ganar obligaría a

a defender sus puntos en

para no cederle el tercer puesto del ranking ATP al argentino, que nunca ha estado tan arriba en el listado.

“No sé si le falta algo a mi carrera, ha tenido de todo, cosas buenas, malas, lesiones, triunfos, cosas tristes y ahora solo disfruto todo lo que más pueda porque no sé cuánto tiempo más voy a jugar, así que trato de

”, comentó.

Por lo pronto, no se presiona, sus constantes lesiones en la muñeca lo enseñaron a guardar la calma y disfrutar de cada momento.

El

es el sitio perfecto donde desemboca su euforia, porque todo genio necesita una pasión para sentirse vivo.

“Me he metido en la cancha cuando

ha ganado algún campeonato, me he metido a saludar jugadores y dar la vuelta con ellos. Me gana el fanatismo por Boca y por el futbol”, añadió.