
La cafeína es de los suplementos más estudiados del planeta. En casi todos los escenarios donde se ha probado, ha demostrado aumentar el rendimiento y, aunque no tiene un valor nutricional como tal, se consume en todo el mundo, tanto en el ámbito social como del deporte.
Aquí los puntos clave para poder utilizarla correctamente.
- Para un mejor rendimiento. La cafeína mejora la resistencia, la concentración y la percepción del esfuerzo, es decir, nos permite correr más tiempo, antes de sentirnos cansados. Con dosis bajas (3 mg por cada kilo de peso) tomadas antes, durante y después de los entrenamientos es suficiente y no ocasiona efectos secundarios.
- Se puede tomar en forma de: cápsulas, tabletas, goma de mascar, barras, geles, bebidas deportivas, y en el café como tal. Ten en cuenta que una taza de café tiene aproximadamente 100 mg de cafeína. En cuanto a los suplementos, en la etiqueta puedes obtener esa información.
- ¿Y para la recuperación? También puede ser un aliado. Consumir café después del entrenamiento puede acelerar la reposición del glucógeno muscular, sobre todo si se toma dentro de las 4 cuatro horas posteriores a un ejercicio intenso y se combina con los hidratos de carbono y proteínas recomendados para una buena recuperación.

Mitos y realidades sobre el consumo del café
- “El café deshidrata”: Falso. Si se consume en cantidades moderadas.
- “Entre más café, mejor rendimiento”. Falso. Dosis altas pueden causar nerviosismo, taquicardia o problemas digestivos.
- “Hay que dejar de tomarlo antes de una carrera para que ‘pegue más’”. Verdadero. La sensibilidad aumenta tras unos días sin cafeína, lo malo es que no todos lo toleramos igual.
Ahora ya lo sabes, el café no es mágico pero sí un aliado para nosotros los corredores.
Utilízalo con estrategia y moderación. ¡Disfrútalo!