Comenzamos la columna de esta semana con la noticia que Jason Garrett deja de ser el entrenador de los Cowboys, una noticia que seguro provocará regocijo en los aficionados a la Estrella Solitaria. La gran pregunta ahora es ¿quién es el candidato ideal? Eso, sin embargo, lo dejaremos para otro día, pues es momento de escoger favoritos para campeón.
El panorama de playoffs arroja enfrentamientos interesantes, pero que a su vez parecieran tener claros favoritos. De entrada la AFC tiene a los Patriots presentes en territorio extraño -y no me refiero a la postemporada- ya que desde que Bill Belichick es su entrenador, solo han jugado en ronda de comodines en tres ocasiones, ganando 2 y perdiendo 1. Su rival, los Titans, cuentan con algo de ADN patriota en la persona de su entrenador, Mike Vrabel, quien lo conocemos por contar con uno de los mejores récords en la historia: 12 anotaciones en 12 pases atrapados… siendo linebacker. Para los Titans, esta puede ser una oportunidad única, al enfrentar a un “disminuido” equipo de los Pats, teniendo en sus filas las armas para hacerle mucho daño al todavía campeón de la NFL; sin embargo, sabemos que el frío en Foxboro sumado al calor de su público puede poner en serios aprietos a quien ose querer irrumpir en el reinado de los Patriots.
El otro enfrentamiento de la AFC verá a los Bills encararse con los Texans. Para Buffalo, ganar significaría confirmar el proyecto que comenzó hace 3 años Sean McDermott, sin embargo, la juventud de su equipo puede verse afectada ante unos Texans que, comandados por Deshaun Watson, buscarán confirmar la gran expectativa que han generado gracias a su ofensiva plagada de talento. No olvidemos también que a Watson se le conoce por brillar cuando los reflectores se posan sobre él.
Esperando a los ganadores de estos encuentros tenemos a los dos equipos más espectaculares de la temporada: Kansas City, con su circo aéreo y su resurgimiento defensivo en las últimas semanas y Baltimore, con su dominante juego terrestre comandado por el posible MVP de la temporada, Lamar Jackson.
En la NFC, todo el panorama cambió en cuestión de 16 segundos y algunos centímetros, ya que por un momento Green Bay estaría sembrado como el número 1, sin embargo, un error de concentración en Seattle mandó a San Francisco a recibir toda la postemporada en casa, dejando a Seattle teniendo que viajar a Philadelphia, que por récord luce como el equipo más débil de los playoffs. No obstante, sabemos de lo que puede ser capaz Doug Pederson como entrenador si su equipo se mantiene en una buena racha. Aunado a esto, las lesiones en el juego terrestre de los Halcones Marinos obligarán a que Russell Wilson tome todo el control de la ofensiva, lo que puede ser un arma de doble filo ya que la defensiva frontal de las Águilas es una de las mejores en la liga cuando de capturar al quarterback se trata.
El otro juego de comodines es uno con sabor a revancha entre Minnesota y New Orleans, pues hace un par de años un milagro le dio a los Vikings el pase a la final de conferencia; la diferencia es que este año el juego será en el Superdomo, un territorio por demás hostil para los equipos rivales. Si añadimos la gran dificultad que tiene Minnesota para remontar marcadores adversos, pudiera ser una larga tarde para Kirk Cousins y compañía, quienes saben que su mejor arma para contrarrestar el poderoso ataque de los Santos recae sobre la habilidad que tengan para manejar el reloj y darle descanso a su defenisva.
Los ganadores de la ronda de comodines tendrán que visitar a los 49ers y los Packers, tarea que no luce nada sencilla, pues ambos equipos no fueron otra cosa que no sea eficientes a lo largo de la temporada regular.
¿Quién les gusta para campeón?
