Desde hace medio siglo, la entonces directiva del América presidida por don Guillermo Cañedo de la Bárcena estableció que los enfrentamientos con Cruz Azul tenían el mismo valor emocional y económico que el Clásico Nacional contra Chivas.
Se llegó a esta determinación, luego de que el equipo americanista perdió de manera escandalosa la Final de la Temporada 1971-1972 por 4-1 frente a los cruzazulinos en el Estadio Azteca, encuentro que dio origen a lo que años después bautizó Gerardo Peña Kegel como el Clásico Joven del futbol mexicano.
Luego de perder en aquella Final disputada el domingo 9 de julio de 1972, la dirigencia americanista se reunió con los referentes del equipo, como Enrique Borja, el chileno Carlos Reinoso, entre otros, para hablar de lo sucedido ante La Máquina, que en esa temporada se mudó del Estadio 10 de diciembre al Coloso de Santa Úrsula.
Obviamente la estrepitosa derrota pudo haber encendido las alertas, pero sobre todo la frustración; por eso, se determinó que, a partir de ese momento, los premios económicos cada vez que se enfrentaran a los cementeros se pagarían al triple, como era cuando se medían con Chivas.
Tras lo sucedido en 1972, América y Cruz Azul se han visto en otras tres Finales de Liga, todas ganadas por las Águilas: en la Temporada 1988-1989 por 5-4; pasaron 24 años para que se volvieran a encontrar en el Clausura 2013, con triunfo americanista en penales, y un lustro después repitieron en el Apertura 2018, al llevarse el título por 2-0.
A 50 años de distancia poco o nada se sabe sobre si aún sigue vigente esa promesa de la directiva americanista de aquella época, pero lo que sí es un hecho es que desde entonces los duelos entre ambos equipos capitalinos suelen atrapar a propios y extraños, porque es una rivalidad que envuelve una pasión especial en el futbol mexicano.
Decisión de jugadores o directiva
A muchos causo sorpresa que fueran los jugadores de Chivas, y no el técnico Ricardo Cadena, quienes salieron a dar la conferencia de prensa, tras empatar 1-1 con el Atlas en el Clásico Tapatío.
Se supone que también los mismos futbolistas se quedaron anonadados, cuando se les avisó que debían comparecer ante los medios de información en la sala de conferencias del Estadio Akron, y que tenían que manifestar su vergüenza deportiva por el paso del equipo.
Otra de las indicaciones que los habría desconcertado era que debían pedir a su afición que no los dejara solos en estos momentos de crisis y que, como muestra de su compromiso, habría entrada gratis para el partido como locales contra Rayados de Monterrey el martes 23 de agosto.
Esta medida -supuestamente ordenada desde algunas de las áreas de injerencia del Rebaño- es arriesgada, pero también desesperada; es parte de las estrategias que se plantean para que la afición mantenga sus señalamientos responsabilizando de esta crisis a los mismos futbolistas.