A la innegable debacle futbolística, se suma la apremiante situación económica; Gallos Blancos del Club Querétaro solo se mantiene en pie, por la capacidad financiera del grupo al que le fue delegada la misión de mantenerlo en funcionamiento, luego de que su directiva original fue sancionada por lo ocurrido el 5 de marzo del 2022.
Desde luego, habrá quienes recuerden que el club se ganó esta crisis, la asfixia económica, la muerte por anticipado. Y si a eso sumamos que deportivamente el equipo no gana, no es protagonista –aún desde antes de esa fecha– y es penúltimo ya se podrán imaginar el destino que le espera a la franquicia. Ni quien la quiera comprar.
Es la radiografía de un club que resultó perjudicado por la barbarie de sus barristas, muchos de ellos aún sin un castigo ejemplar; y de la responsabilidad del club, ni hablemos; la sanción ya fue dada y, ¿técnicamente?, cumplida. ¿En serio creen que hace alguna diferencia levantar la sanción dos días antes?
Lo que comunicó la Comisión Disciplinaria ayer lunes fue esto: “En relación a la sanción de jugar a puerta cerrada por un año para el Club Gallos Blancos de Querétaro… La Comisión Disciplinaria informa que derivado de una solicitud realizada por el Club Gallos Blancos de Querétaro, se ha confirmado que la sanción impuesta a dicho Club de jugar a puerta cerrada durante 1 año (bla-bla) ha sido cumplida”.
Es cierto que, en estricto sentido, la sanción se cumpliría el día 7, pero finalmente será el domingo 5 contra Diablos Rojos del Toluca, los Gallos Blancos admitirán al fin a su público en las tribunas del vilipendiado escenario, cuna de tragedias deportivas: descensos y ahora hasta golpizas. No hay más qué agregar sobre esta decisión, porque donde debería situarse la discusión es en las garantías. ¿Las habrá?
Agregaron: “Finalmente, se informa que para llevar a cabo la reapaertura, Gallos Blancos de Querétaro debe contar con una autorización de la Liga MX”, lo cual sucederá. En la lógica de quienes decidieron lo anterior está que, hasta ahora, el club ha cumplido con todo lo que se la requerido y que no hay razón para no darle un respiro.
