Festejan distinto fan y jugador Rayado

Vi y leí a la afición de Rayados loca de contenta por el empate ante el Inter de Milán.

Vi y leí a la afición de Rayados loca porque ese empate le dio renombre a su equipo, que si bien nada ha logrado, sí está más cerca de hacerlo.

Vi y leí a la afición de Rayados loca por decirle al mundo que el sub campeón de la Champions no les pudo ganar.

Te Recomendamos

Jimmy Lozano: por la reivindicación en el Mundial de Clubes, tras el fracaso en Selección Mexicana

Y también vi y leí loca a la afición de Rayados porque ya piensan en River al que, quieran o no, sienten que le pueden ganar, y no se diga al equipo japonés.

Y se vale. El futbol es para eso, para disfrutar los triunfos, que aunque no fue tal de 3 puntos, si un empate ante el equipo italiano parece que lo fuera.

Sí, se vale, porque quienes quieran amargar ese momento lo están haciendo porque su equipo no es quien lo consigue.

Están felices, están ávidos de jugar otra vez y ganarle al River para casi asegurar su pase a la siguiente fase.

Insisto: se vale eso y más, mucho más. No les arruinen su momento. Están felices, de fiesta y con toda la razón.

Esos son los aficionados, los que disfrutan el viaje que hicieron a California, y los cientos de miles que se quedaron en México.

Pero, ¿y cómo lo vivieron adentro del equipo?, ¿cómo reaccionaron ante este resultado?, ¿acaso fueron así de efusivos los jugadores y todos los que conforman al Club de Fútbol Monterrey?… y les cuento.

Mientras los aproximadamente 15 mil Rayados que estaban en EU en el partido hacían su “Tercer Tiempo” en los bares, en los restaurantes o en los depas que rentaron para estar en los partidos del Monterrey, mientras esos locos por el equipo brindaban con cerveza, tequila, whisky u otra bebida embriagante, en el equipo la reacción no fue tan igual.

Sí, más que obvio había alegría y positivismo, pero de forma distinta.

Tuve que esperarme casi 3 horas (23:46 horas de anoche) para poder conversar un poco con mi Judas Pandi. Yo quería en DESDE EL ÁNGEL transmitirle a la gente lo que adentro del equipo sentían.

“Muy contentos, la verdad, qué te digo, pero esto apenas comienza”, me dijo ya estando en el hotel. No me contestó antes sino hasta que ya estaba solo y tranquilo.

— La gente está loca, festejando de manera comprensible, le dije…

“Lo pudimos ver acá en la tribuna y en las calles, vimos videos y estamos muy contentos por ellos, por su apoyo”, me dijo el Judas de Rayados.

— Y cómo fue en el vestidor, cómo está siendo la alegría de ustedes…

“Mesurada, aunque no lo creas, mesurada, aterrizada y profesional. Y me gusta que así sea, contentos, nos felicitamos, algunos abrazos, pero hasta ahí”.

— ¿Y eso por qué?

“Es lo que indirectamente, y sin decirlo, transmite el Profe (Torrent), que ganar (empataron) un partido no es la gloria, es sólo un juego.

“El mensaje (indirecto, sin palabras) es que un triunfo no vale tanto si no le sigue otro; por eso hay confianza, pero no celebración”.

— ¿Distinta emoción?

“Es la misma la de nosotros a la de nuestros aficionados, igual de felices, pero lo que no puede ser igual, y no lo es, es el festejo que hacemos.

“Si nosotros rompemos (sic) en gestar lo de hoy (ayer), puede afectarnos para el sábado ante River. Se le empató al Inter, nos abrazamos y ya. Ellos (aficionados) que se emborrachen de felicidad, nosotros no”.

Señores, me gusta ese pensamiento y eso que se vive en el vestidor de Rayados.

El después…

Me dijo que se fueron del estadio y aún había gente a la que se cruzaron en algunas avenidas, afición de Rayados que no paraba de estar feliz.

“Eso nos motiva, pero nosotros no somos aficionados, tenemos que mesurar el festejo”.

Mi Judas es alguien de la delegación; de pronto habla como jugador y de pronto como gente de grupo. Lo importante es que él está siempre ahí, y qué mejor que escuchar (leer) sus vivencias, las cuales son lógicas.

Hoy…

Veladoras prendidas para que hoy Pachuca le gane al Salzburgo.

No sé ustedes, pero yo sí lo deseo.

​

​

​

​