Ciudad de México
El entrenamiento de un corredor no se trata únicamente de salir a correr. Si quieres lograr un buen rendimiento y evitar lesiones, existen varios aspectos que debes cuidar. Aquí algunos consejos.
- Elige unos buenos tenis. Puede ser contraproducente entrenar con tenis que no sean para correr, o que estén muy desgastados. No hay una marca mejor que otra, el mejor calzado será el que se acomode a ti: a tu peso, tu velocidad, distancias que vas a correr e incluso tu tipo de pisada. Lo mejor es consultar antes con un especialista, para valorar las opciones que más te convengan.
- Date tiempo para calentar y hacer tu enfriamiento. El calentamiento sirve para bombear sangre a los músculos y lubricar mejor las articulaciones antes de cualquier esfuerzo, por lo que es mejor empezar caminando o trotando unos minutos, antes de la sesión principal de carrera. De igual manera, el enfriamiento ayuda a que nuestra frecuencia cardiaca vuelva a lo normal y los estiramientos permiten que el músculo se relaje y pueda regenerarse.
- Cuida tu alimentación. El aprender a comer bien es tan importante como el entrenamiento mismo. Cuida lo que comes antes, durante y después de correr para lograr una correcta recuperación, y a lo largo de todo el día para asegurarte de cubrir todos tus requerimientos. Un nutriólogo deportivo puede elaborarte un plan de alimentación acorde a tus entrenamientos y objetivos.
- Visita al fisioterapeuta. No esperes a sentir dolor para acudir al fisioterapeuta, lo mejor es visitarlo de manera preventiva para descargar la tensión muscular. Dependerá de qué tan fuerte sea tu carga de entrenamiento, pero lo ideal sería acudir al menos una vez al mes.
- No te olvides del trabajo de fuerza. Los ejercicios de fuerza fortalecen los músculos y las articulaciones, lo que mejora la resistencia y la velocidad al correr, y además a disminuye el riesgo de lesión. Al menos trata de hacerlo dos veces por semana y con poco peso.
