A pesar de que una dieta equilibrada puede cubrir todos nuestros requerimientos nutricionales, los suplementos se han vuelto muy populares entre los corredores. No es que no se puedan utilizar, pero siempre es mejor consultarlo antes con un especialista. Estas son las reglas de oro para elegir el suplemento correcto.
Los mejores, los aprobados por la FDA. Los suplementos no son aprobados por nuestro gobierno en cuanto a seguridad y eficacia antes de entrar al mercado. La FDA (Food and Drug Administration) es la encargada de revisar que sean seguros y no causen daños a la salud. Investiga bien la marca del producto que quieres comprar.
Lee bien la etiqueta. Sí importa la información nutrimental, pero además debes leer la lista desglosada de los ingredientes, para ver lo que te vas a tomar. El problema es que no podemos comprobar que realmente el producto contenga lo que dice: muchos suplementos se etiquetan de manera incorrecta y contienen sustancias que no se mencionan y que pueden presentar un riesgo para la salud.
El término “natural” no significa que sea seguro. Por ejemplo: los jugos de fruta, no por ser naturales son saludables. También los suplementos, aunque sean a base de sustancias naturales, contienen compuestos que podrían generar efectos secundarios negativos o interactuar de alguna manera con algunos medicamentos.
Productos milagro, para nada. Lo más importante, es que sepas que no hay píldoras mágicas. Si existieran, todos seríamos perfectamente fuertes, saludables, y ganaríamos todas las carreras. Si el producto promete demasiado, por ejemplo: curar enfermedades o lograr el cuerpo que siempre has querido, queda descartado.
Recuerda que no hay nada mejor que una buena alimentación combinada con el entrenamiento.