En esta época de invierno la mandarina es uno de los cítricos favoritos. Además de su delicioso sabor, incorporarla a tu dieta puede traer beneficios a tu salud.
- Es antioxidante. Es rica en vitamina C (aunque no es de las frutas que la aportan en mayor cantidad), vitamina A y flavonoides, todos antioxidantes que protegen la salud de nuestra piel y del sistema respiratorio. Es importante saber que algunos de ellos se encuentran en las partes blancas que rodean los gajos, por lo que es bueno consumirlos.
- Pocas calorías. La mandarina es 85% agua, contiene pocos azúcares y, por lo tanto, es baja en calorías. Por la cantidad de fibra que contiene genera saciedad, es de fácil digestión y una excelente opción para consumir como colación a media mañana o a media tarde. La porción recomendada es de dos piezas pequeñas.
- Rica en ácido fólico. Vitamina que el cuerpo utiliza para producir células nuevas (pial, cabello, uñas) y que es indispensable en el embarazo para prevenir alteraciones en el feto.
- Buena para el estrés. Con las flores del árbol de mandarina se pueden preparar infusiones para regular el sistema nervioso, conciliar el sueño y disminuir la tensión emocional.