
Cruz Azul contó con el apoyo de una directiva dividida: por un lado Víctor Garcés llegó minutos antes del juego ante Pumas, y por el otro Guillermo Álvarez, presidente de la Cooperativa, entró al Estadio Olímpico Universitario justo una hora antes de que comenzara, acompañado de su hijo Robin y de Óscar Pérez, nuevo entrenador de porteros.
Billy y Víctor no se vieron las caras y estuvieron en palcos diferentes e incluso Garcés recibió a los jugadores que Robert Dante Siboldi mandó con la Sub-20 como Santiago Giménez, Guillermo Fernández, Javier Salas, José Madueña, Alexis Gutiérrez y Stephen Eustaquio.
¿No que no? ????
— MedioTiempo (@mediotiempo) September 22, 2019
Víctor Garcés llegó al Estadio Olímpico Universitario para el Pumas vs Cruz Azul pic.twitter.com/GANq3giZ3W
Todos los futbolistas acompañaron a Garcés, quien en la presentación de Siboldi como técnico aseguró que ostenta el cargo de Vicepresidente de la Cooperativa. El cuñado de Billy posó con un par de aficionados celestes para una fotografía.
“¡Fuera Garcés, queremos a Peláez!”.
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Así gritó la afición de La Máquina cerca de donde está la Directiva de Cruz Azul. pic.twitter.com/5VMZSp6jN9
Del otro lado, a unos metros del palco de la directiva visitante, Billy y Robin vieron el cotejo entre Cruz Azul y Pumas en compañía del Conejo Pérez. Su lugar estaba más resguardado por elementos de seguridad del mismo estadio y con cristales que poco dejan a la visibilidad de afuera hacia dentro.
La duda de cómo es la relación de ambos sigue en pie luego de que Billy desconociera a Garcés como Vicepresidente, pero avaló la decisión que tomó junto a Alfredo Álvarez de traer a Siboldi, además de que aceptó la renuncia de Ricardo Peláez en la dirección deportiva.