La directiva de Pumas tiene que hacer un profundo examen de conciencia, si es que realmente el compromiso es ganar títulos, no solo llegar a fases finales, y si la meta es que el club vuelva a ser considerado un Grande del Futbol Mexicano.
Más allá de que existan aficionados que se empecinan en poner a Pumas en un pedestal, el equipo que ahora dirige Antonio "Turco" Mohamed, ha navegado en la mediocridad, fácil, en la última década. Su último título de Liga MX fue en el Torneo Clausura 2011. ¡Qué tristeza!
Lo que ha sido Pumas en los recientes años es un nicho de desatinadas decisiones y hasta escándalos; ¿por qué? Seguramente porque no existe un proyecto de largo plazo, sustentado, ¿en qué? ¿Producción de jugadores? ¿Contar con jugadores top que le den brillo?
No existe ni ha quedado claro lo que desde la directiva, o peor aún, la Rectoria de la UNAM, se pretende con Pumas, que sea qué... solo un botín de ocasión, al menos. El equipo ha dejado de ser un competidor potente en la Liga MX y sus jugadores... pues medianitos.
Equipos como América, Tigres o Rayados se han enfocado en contratar jugadores de altísima calidad; cuento ahí también Santos o Cruz Azul, tienen claro qué buscan y cómo lo pretenden conseguir. Otros, la mayoría, solo aspiran a competir, quizás dignamente en sus posibilidades económicas.
Hoy a Pumas, con su actual estructura de financiamiento, no le alcanza para pretender tener, traer, conservar, jugadores de alto nivel, que se distingan no solo por su trayectoria (a veces fallida como en el caso del brasileño Dani Alves), sino por su competitividad, que hagan diferencia sustancial en el día a día del equipo.
Ha sido lamentable que Pumas no de señales de un mea culpa de cara a sus fieles aficionados, que solo han visto desfilar desde el 2011 que otros equipos ganan y ganan títulos, mientras Pumas se estanca en sus 7 títulos de Liga MX.
