Que la Liga mexicana por fin comience la semana con un tema que nada tiene que ver con el escándalo de los seleccionados o con las andanzas de nuestros compatriotas en el extranjero es de celebrarse. El triunfo del Cruz Azul no sólo añade un extraordinario efecto de confianza al equipo de La Noria, también alimenta un Torneo desangelado y que está urgido de historias propias para olvidar las ajenas.
La edición dominical del Clásico Joven representó mucho más que el parco enfrentamiento escenificado sobre la cancha cementera. La victoria de los dirigidos por Enrique Meza implica el crecimiento de una rivalidad que parecía más una burla de uno sobre otro, significa un giro a una trama que de tan predecible rayaba en lo cómico y hasta en el conformismo de los americanistas, quienes aún fracasando en su lucha por coronarse siempre tenían el consuelo de vencer a una escuadra que se había convertido en un bulto dispuesto a ser golpeado por los azulcremas.
Así como suele cuestionarse la calidad de los extranjeros que participan en nuestro balompié, es digno de mención lo realizado por Christian Giménez. El "Chaco", para muchos jugador hecho para equipos de menor poder de convocatoria, entendió que para ser ídolo hay que aparecer en el lugar y momento indicados. Con la misma determinación que lo llevó a ser un referente en la época de oro de los Tuzos, se apoderó del malherido orgullo cruzazulino, disparó con decisión y encontró la cura milagrosa a una hepatitis flagelante para los viejos y nuevos seguidores celestes.
El siguiente objetivo para Cruz Azul radica en comprender que haber vencido al América significa mucho y poco a la vez. Mucho porque destruyeron una de las dos enfermedades más graves para la institución en términos deportivos. Poco porque derrotar a las Águilas ha dejado de valer tanto como antes y porque su rendimiento sobre el rectángulo verde fue apenas regular.
En el América, la banca no aportó soluciones. Lapuente, pese a su probada capacidad estratégica, se vio sorprendido por el tanto quirúrgico de Giménez. Cuando volteó a observar a los suplentes se dio cuenta de que el material humano no es tan vasto como parece y que la apuesta por unas cuantas individualidades no te garantiza la victoria cuando se presenta un escenario insospechado.
En resumidas cuentas, hoy el medio futbolístico cree más en que Cruz Azul pronto volverá a coronarse. Al mismo tiempo, América tendrá que apelar a la estadística como local para encontrar un muy tenue punto de consuelo.
LA MALDICIÓN DEL OMNILIFE
La nueva casa de las Chivas está pasando de ser un templo del futbol contemporáneo a significar uno de los grandes fracasos para la administración de Jorge Vergara. La falta de accesos, los elevados precios, el mal momento de Atlas y Chivas, una combinación de factores que tiene que preocupar al propietario del Rebaño Sagrado, pues cuando un desarrollo de ese tipo no basta para atraer asistentes es porque algo bastante grave está ocurriendo.
DE GLORIA Y ELIMINACIONES
La victoria siempre será bienvenida. El título obtenido por la representación mexicana en la Copa DANONE debe llenarnos de gusto. Mientras se consigan más triunfos de este tipo, más cerca estaremos de vivir inmersos en una cultura cien por ciento ganadora.
Los que no pudieron ganar, pero dieron pasos significativos hacia ello fueron nuestros jugadores de voleibol. La Selección Mexicana se plantó de tú a tú en el Mundial de la especialidad y cerraron su andar con una meritoria clasificación a la Segunda Fase. Con el escaso apoyo que reciben, lo hecho ya es ganancia.
DE SALIDA
Les prometí que octubre sería un mes de novedades para Medio Tiempo. Desde el viernes, estrenamos nuestro Canal de Deporte y Negocios. Se trata apenas de la primera de muchas sorpresas para ustedes.
Espero sus comentarios a través de @macafut en Twitter y en mcabrera@mediotiempo.net