Si vas al gimnasio y no ves resultados, probablemente estés descuidando tu alimentación.
Lo peor es que, además de no mejorar tu forma física, tu rendimiento durante y después de los entrenamientos, puede ser muy malo.
Estas son las razones por las que la alimentación y el entrenamiento son la mejor mancuerna.
1. Puedes tener energía para entrenar e ir a trabajar. No vivimos para correr (ojalá) y necesitamos energía para el resto de nuestras actividades. Algo que tienes que tener muy presente es que, no por haber entrenado, debes sentirte cansado durante el día, ¡al contrario! el ejercicio es para activarte. Si te sientes mal y con sueño, quiere decir que algo estás haciendo mal con tu dieta.
2. Evitarás lesiones. La mala recuperación aumenta el riesgo de lesiones. Por eso ten cuidado con las dietas extremas o bajas en hidratos de carbono. Si te falta combustible para correr, tu cuerpo tendrá que recurrir a los músculos, y tú los necesitas enteros y fuertes.
3. Lograrás el cuerpo que quieres. Es cierto que por hacer ejercicio puedes darte más permisos, sin embargo, no puedes comer todo lo que quieras. De lo contrario, en lugar de bajar de peso, engordarás y estarás más pesado para correr.
4. Correrás mejor. El ejercicio es un estrés para el organismo, pues lo estás haciendo trabajar más de lo normal. Si no le das los nutrimentos que necesita, liberará más hormonas del estrés y no se adaptará al entrenamiento. Eres como un coche, si no tienes gasolina, aunque seas último modelo, no podrás arrancar.
5. Lograrás una competencia exitosa. El día de la competencia todo puede pasar, aunque estemos bien entrenados. Sin embargo, la alimentación debe ser parte de esta preparación, si empiezas a preocuparte por ella unas semanas antes de la carrera, no te servirá de nada. Conócete a ti mismo durante los entrenamientos: qué te cae bien, qué te da energía y qué te es fácil de digerir. Así el día de la competencia puedes ahorrarte los malestares y el que llegues corriendo pero al baño.
Alimentación, descanso y entrenamiento, los tres pilares para el éxito.
