A muchos corredores no nos gusta hacer fuerza (me incluyo). A veces nos da flojera o creemos que perderemos el tiempo, sin embargo, es igual de importante que la parte aeróbica. Conoce todos los beneficios de este tipo de entrenamiento.
- Previene lesiones. No es que nunca te vayas a lastimar, pero si tus músculos y articulaciones están fuertes, puedes prevenir algunas de las lesiones más comunes en los corredores: como la fascitis plantar, la tendinitis y el síndrome de la banda iliotibial.
- Mejora la densidad ósea. Levantar pesas o incluso hacer ejercicios con tu propio peso, vuelve más fuertes tus huesos, gracias a la tensión que ejercen los músculos sobre ellos. Esto reduce el riesgo de padecer osteoporosis en un futuro.
- Te ayuda a correr mejor. El tener más fuerza incrementa la potencia, velocidad y resistencia. Tus músculos se fortalecen, se cansan menos y pueden soportar más kilómetros corriendo.
- Mejora tu forma deportiva. Si quieres disminuir tu % de grasa corporal, no debes enfocarte únicamente en el ejercicio aeróbico, ahora sabemos que el hacer fuerza también contribuye y es mucho más efectivo si practicas las dos cosas.
Aunque lo mejor es tener un entrenamiento personalizado, no tienes que hacer aparatos o cargar mucho peso necesariamente, existen muchas otras opciones, como el entrenamiento funcional, pilates, yoga, etc.