Con las frutas y verduras, el color sí importa. Detrás del rojo intenso del betabel y el naranja brillante de la zanahoria, hay compuestos que pueden marcar la diferencia en nuestro rendimiento.
• El betabel. Es rico en nitratos, sustancias que cuando se metabolizan, promueven la vaso-dilatación, lo que permite nutrir y oxigenar los músculos más rápido.
Además contiene vitaminas del complejo B: vitamina B2 y B3, ambas generadoras de energía. ¿Sabías que muchos corredores de élite lo incluyen en su alimentación previa a las competencias? Diversos estudios han demostrado que puede mejorar la resistencia y reducir la percepción del esfuerzo.
• La zanahoria. Aporta betacarotenos, precursores de la vitamina A, y otros antioxidantes que protegen a las células del estrés oxidativo. Este fenómeno ocurre cuando, durante el ejercicio intenso, el cuerpo produce una gran cantidad de radicales libres (moléculas inestables que pueden dañar las células y tejidos).
En equilibrio son parte natural del metabolismo pero, cuando se acumulan en exceso, pueden afectar la recuperación, el sistema inmune y el rendimiento. Los antioxidantes actúan como un 'escudo', combatiendo esos radicales libres y ayudando a mantener las células en buen estado.
La próxima vez que llenes tu plato, piensa en los colores como aliados de tu entrenamiento. Comer betabel, zanahoria o espinaca no solo nutre, también prepara a tu cuerpo para resistir más, recuperarse mejor y disfrutar cada kilómetro con energía renovada.