¿Por qué nos afecta tanto el calor? Porque el organismo tiene que hacer más esfuerzo para poder regular su temperatura. Si esto no ocurre es cuando aparecen los mareos, calambres y, en el peor de los casos, los golpes de calor, mismos que pueden poner en riesgo nuestra vida y provocar daños en el cerebro y otros órganos.
Estos son algunos consejos para cuidarte:
Hidrátate. Bebe agua en abundancia (de dos a tres litros) a lo largo de todo el día. Agua natural, no bebidas azucaradas ni jugos. Puedes beber agua mineral y, si vas a hacer ejercicio, optar por alguna bebida deportiva o electrolitos. Los alimentos también nos aportan agua, vitaminas y minerales, por lo que te recomiendo incluir abundantes vegetales (al menos cinco porciones de fruta y/o verdura al día).
Cuida la conservación de tus alimentos. Siempre es importante pero ahora más, por el riesgo de las enfermedades gastrointestinales. Los alimentos que estén listos para consumir no deben permanecer más de una hora fuera del refrigerador.
Adapta tu actividad física. Puedes y deber seguir activo, pero debes adaptarte a las temperaturas extremas. Evita hacer ejercicio al aire libre en las horas más calurosas del día, es decir, de las 12:00 a las 16:00 horas aproximadamente, es mejor o muy temprano o más tarde. De cualquier manera, recuerda cargar suficientes líquidos para hidratarte correctamente.
Protégete del sol. Usa ropa ligera, de colores claros, al igual que calzado fresco y cómodo. El protector solar no es opcional, es importante ponértelo antes de salir de casa, y de ahí volverlo a aplicar cada cuatro horas en tu vida cotidiana, y si estás directamente expuesto al sol, debe ser cada dos horas.
El calor no nos afecta a todos por igual, por ello deben tener más cuidado las personas vulnerables, como son los adultos mayores, los niños (especialmente los menores de cuatro años), las mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Cuídate y cuida a los tuyos.
