El pasado 4 de junio corrí el maratón de San Diego, fue mi número 12, pero el primero después de la pandemia y después de haberme convertido en Mamá. Si tienes planeado correr un maratón, hoy te quiero contar lo que aprendí.
- Hay que entrenar de acuerdo a tu necesidad. Todos tenemos trabajos y situaciones diferentes, por lo que el mismo entrenamiento que a mí me puede servir, tal vez a ti no. Idealmente el plan debe ser personalizado, de acuerdo con tu condición física actual y tiempo del que dispones para poder entrenar. Eso sí, a mi consideración, sin dejar de lado el trabajo de fuerza, velocidad y flexibilidad.
- La alimentación es la clave. Confieso que antes podía ser muy aplicada y no perderme casi ningún entrenamiento, y ahora entre mi trabajo, las desveladas y otras situaciones, fallé muchas veces. Sin embargo, creo que lo importante es tratar de hacerlo lo mejor posible dentro de tus posibilidades y saber escuchar tu cuerpo. Tú mismo te conoces y sabes cuándo es necesario descansar y cuándo puedes dar un poco más, pero lo que debes tener presente es que, para correr un maratón, sí debes sentirte lo suficientemente preparado. En mi caso, sí me sentí preparada, pero lo que más me ayudó fue la alimentación, que me permitió sentirme con energía todo el tiempo a pesar de las dificultades.
- El que tu maratón sea bueno o no, no depende de tu tiempo. Puedo decir que este ha sido mi mejor maratón, y no por el tiempo, pues casi todos han sido mejores, pero lo disfruté más que nunca. En parte todo me favoreció, pues dormí bien, mi estómago estaba perfecto, además del clima y la altura, que no siempre se corre con esa suerte.
- La porra, la mayor motivación. Si puedes llevar porra a tu maratón, no te arrepentirás. El pensar que los vas a ver en la meta, o en un kilómetro en específico, puede ayudarte a que sea más llevadero mentalmente y a mantenerte motivado. Para mí el ver a mi familia es lo mejor que me puede pasar.
- Disfrutar de la fiesta es lo más importante. Cuando iba corriendo, vi un letrero de las personas apoyando que decía: “Mañana no tienes que entrenar”. Y pensé, “¡es verdad, lo más pesado ya terminó! Ahora se trata de divertirnos”. El proceso del entrenamiento puede ser difícil, pues sacrificas muchas cosas y le dedicas mucho tiempo y esfuerzo. Pero todo eso vale la pena, para que el día de la competencia sólo vayas a disfrutar de la fiesta.
Si te gusta correr y aún no has corrido un maratón, te recomiendo agregarlo a tu lista de propósitos. Espero que algunos de mis consejos te puedan ayudar.