Una de las preguntas que más me hacen los corredores es: ¿Qué debo comer antes de correr? Pero realmente todo depende de la intensidad y duración de tu entrenamiento. Te cuento lo que necesitas saber.
1. Si tu salida es menor a una hora y suave: un trote de recuperación de 30 minutos, con un pequeño snack es suficiente. Por ejemplo: medio plátano, un puño de almendras con arándanos, o una galleta de arroz con crema de cacahuate. Si no han pasado más de 3 horas desde tu última comida, no es necesario comer nada antes de correr.
2. Si tu sesión intensa, o de más de una hora: intervalos, cuestas, etc., es importante darle gasolina a tus músculos. Los hidratos de carbono de rápida absorción son tus mejores aliados: un plátano completo, una rebanada de pan con crema de cacahuate y mermelada, o 3 o 4 dátiles. Evita comer de más o muy pesado justo antes de correr, pues lo más probable es que tengas molestias en el estómago, pesadez y, a veces, ganas de ir corriendo pero al baño.
Recuerda que la comida previa al entrenamiento es un ensayo para el día de la carrera. Aprende a escuchar a tu cuerpo, prueba diferentes opciones y practica lo que mejor te funcione y que te dé más energía. No se trata de correr para comer, sino de comer para correr mejor.