Hace unas columnas hablamos de un deporte que está en crecimiento y que, en sus sedes, es un gran impusor de economía para el segmento en el que se desenvuelve; sí, el triatlón significa un ecosistema de negocio al rededor de este deporte que tiene multimples subdivisiones que han tomado un gran reconocimiento. En esta ocasión, hablaremos del Ironman, puntualmente, una sede que se percibe como la cuna de este relativamente “nuevo” deporte.
El Ironman es un triatlón de larga distancia, que consiste en tres disciplinas: 3.86 km de natación, 180.25 km de ciclismo y 42.195 km de carrera a pie (una maratón). Es considerado uno de los desafíos más duros del deporte debido a la combinación de resistencia física y mental que se requiere para completarlo en un solo día, es más, en horas.
Dentro de este hay derivaciones del mismo concepto como en medio Ironman, que como su nombre lo dice, es igualmente tres disciplinas: 1.75 km de natación, 90 km en de ciclismo y 21 km (medio maratón), que igualmente, es un desafío para los practicantes y que se ha tornado muy de moda.
El primer Ironman fue organizado en 1978 en Hawái por John Collins, un comandante de la Marina de los Estados Unidos, y su esposa Judy Collins. La idea surgió como una forma de combinar las tres pruebas más difíciles en las competiciones locales: la Waikiki Roughwater Swim (natación), la Around-Oahu Bike Race (ciclismo) y el Honolulu Marathon (carrera a pie), para ver qué atletas eran los más completos. Desde entonces, el Ironman ha crecido y se ha convertido en un evento reconocido con competiciones en todo el mundo.
La competición más prestigiosa sigue siendo el Ironman de Hawái, conocido oficialmente como el Ironman World Championship.
Tuvimos la oportunidad de asistir a uno de los “Ironman” más renombrados en la actualidad y al que se congregan más de 6,000 participantes. El Ironman de Cervia, Italia.
Cervia es una pintoresca ciudad costera situada en la región de Emilia-Romaña, en el noreste de Italia. Esta encantadora localidad, bañada por las aguas del mar Adriático, es conocida por sus playas de arena dorada, sus pinares frondosos y su rica historia, que se entrelaza con el desarrollo de la sal como recurso económico fundamental, además de el turismo local y ahora, con este evento, internacional.
La historia de Cervia se remonta a tiempos antiguos, cuando era conocida como “Ficocle”. En la antigüedad, fue un importante asentamiento romano, y más tarde, durante la Edad Media, Cervia adquirió renombre por sus salinas, que producían “oro blanco”, la sal, esencial para la conservación de alimentos y el comercio en toda Europa. Durante siglos, las salinas de Cervia representaron una de las fuentes de riqueza más valiosas de la región.
En 1697, la ciudad fue completamente reconstruida bajo órdenes del papa Inocencio XII, debido a los problemas de insalubridad que la ciudad antigua presentaba, lo que marcó el nacimiento de la Cervia moderna.
Una de las zonas más exclusivas y modernas de Cervia es Milano Marittima, una elegante franja costera conocida por sus tiendas de lujo, restaurantes de alta calidad y una vibrante vida nocturna. Milano Marittima también es un destino preferido por aquellos que buscan playas privadas y resorts de lujo.
Cervia es famosa por sus festivales y eventos culturales a lo largo del año. Uno de los más importantes es el Festival de la Sal, que se celebra en septiembre y conmemora la histórica cosecha de sal con desfiles, exhibiciones y actividades relacionadas con este preciado recurso. Otro evento destacado es Artevento, el festival internacional de cometas, que llena los cielos de colores cada primavera y atrae a entusiastas de todo el mundo. Y como tercer evento ahora emblemático, el Ironman que se lleva a cabo en septiembre desde hace 7 años.
El Ironman de Cervia, Italia, se ha consolidado como uno de los eventos deportivos más destacados en el calendario de triatlones internacionales bajo el sello Ironman. Esta competencia desafiante, que atrae a atletas de todo el mundo, se celebra en la pintoresca localidad costera de Cervia, en la región de Emilia-Romaña, famosa por su belleza natural, su rica historia y su hospitalidad.
El Ironman en Cervia comienza con una etapa de natación de 3.8 km en las aguas tranquilas del Mar Adriático. La playa de Cervia, con su arena dorada y su entorno acogedor, ofrece un punto de partida espectacular para los triatletas. La temperatura agradable del agua y la suavidad de las corrientes convierten esta primera etapa en un desafío equilibrado, aunque no exento de exigencia.
A continuación, los participantes se enfrentan a 180 km de ciclismo que los lleva por las zonas rurales y urbanas de la región. El recorrido atraviesa campos de girasoles, pequeños pueblos medievales y vistas panorámicas de las colinas romañolas. Aunque relativamente plano en comparación con otros Ironman, las ráfagas de viento que provienen del Adriático pueden complicar el rendimiento de los atletas.
Finalmente, la prueba culmina con un maratón de 42.2 km que transcurre por las calles de Cervia y sus alrededores. Los espectadores locales, conocidos por su entusiasmo y su apoyo a los competidores, crean una atmósfera electrizante, especialmente cuando los triatletas se acercan a la línea de meta en el corazón del casco antiguo.
La logística que conlleva un evento de esta magnitud es impresionante, más de 500 personas trabajan durante 3 días para lograr el éxito del evento en todos los aspectos.
Completar un Ironman es una hazaña monumental, y Cervia ofrece un entorno idóneo para que los atletas midan sus límites físicos y mentales. La combinación de un clima templado, un terreno pintoresco y la emoción de competir en uno de los escenarios más impresionantes de Italia hace que el evento sea inolvidable para cada participante.
Pero no solo los profesionales del triatlón se congregan en Cervia. Muchos aficionados y atletas amateurs también se suman al reto, buscando completar el circuito y convertirse en “Ironman”. Para muchos, cruzar la línea de meta es la culminación de meses de preparación, sacrificio y disciplina.
Más allá de la competencia, Cervia es un destino turístico por derecho propio. Sus calles están llenas de historia, y la región de Emilia-Romaña es conocida por su cocina excepcional, turismo, deportes y actividades. Los atletas y sus familias suelen aprovechar la oportunidad para relajarse en las playas locales o explorar las cercanas ciudades de Rávena y Bolognia.
El Ironman de Cervia se ha convertido en una oportunidad no solo para desafiar los límites físicos, sino también para disfrutar de la cultura y hospitalidad italianas. Al finalizar la prueba, muchos atletas se entregan al placer de la gastronomía local, recargando energías con la famosa cocina italiana y el turismo.
Un Evento en Crecimiento
Cada año, desde su primera edición en 2017, el Ironman de Cervia crece en popularidad, atrayendo a competidores de todas partes del mundo. La combinación de un entorno accesible, una organización impecable y la hospitalidad hacen que este evento sea imperdible en el calendario de triatlones globales.
Como lo destacamos en la columna del triatlón, este deporte en apogeo total, destapa una economía increíble. Tan sólo en esta sede, se dieron cita más de 6,000 deportistas participantes. Los cuales, la mayoría no viaja solos, al menos llevan un acompañante y se convierte en viaje con un fin específico: la competencia, pero también algo de vacación.
Según registros de la página de turismo de Cervia, sólo para el Ironman, viajantes de más de 98 países llegaron a inyectar de economía por 3 días mínimo la parte de Cervia, lo que, igualmente datos de la misma página, dejó una derrama aproximada de € 20 MDE, sólo en hospedaje y alimentación.
La llegada de todos los involucrados, tanto personal logístico como los atletas y familias desata economía a gran escala, ya que intervienen aviones, trenes, autobuses, carros. En un escenario estimado, esto dejó una derrama aproxiamada de más de € 28 MDE.
Como en todo evento, existe el merchandising y venta de artículos especializados. La marca Ironman licencia sus producto y licenciatarios autoizados fabrican y venden en la expo de la sede. Desde un iman conmemorativo del Ironman en Cervia, hasta un wetsuit se venden para los que olvidaron el suyo o desean adquirir uno nuevo, pasando por la renta de bicicletas para que el deportista no transporte la suya desde su ciudad de origen y le sea más fácil el transporte. Aproximadamente se calcula una derrama en articulos y merchandising de € 2.5 MDE o más.
Lo visto en un evento internacional como este nos da una perspectiva del negocio mundial que es el deporte en cualquier rama, disciplina, etc.; lo que representa, la cantidad de gente que puede mover para ver, practicar, incluso tomarse una foto con los fans de un equipo en común. El cómo un deporte de moda con variantes hacen que miles de personas inviertan grandes cantidades de dinero, se muevan de países sólo por le hecho de demostrarse a sí mismos que son capaces de retarse. También nos demuestra cómo a través de la fuerza de las redes sociales y la comunicación se pueden mover millones de euros en un deporte que era de nicho, ahora convirtiéndose en un deporte de gran magnitud puede hacer esto… qué no pueden hacer las grandes ligas del mundo para mejorar sus ingresos que de por si ya son millonarios….Soy Javier Balseca y esto fue: Los dineros del deporte.