El descanso es parte del entrenamiento, por lo que es importante respetarlo para lograr un buen rendimiento deportivo. Nuestro cuerpo gastará menos energía ese día, así que debemos controlar un poco más lo que comemos.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando no entrenamos?
Los músculos se reparan y se llevan a cabo procesos de adaptación durante esas 24 horas, a lo que conocemos como supercompensación. Quiere decir que al día siguiente que vayamos a correr, nos sentiremos sobrepuestos, recuperados y más fuertes para la sesión de ejercicio. Sin embargo, esto se logra consumiendo los nutrimentos necesarios, por lo que podemos restringir un poco más la dieta, siempre y cuando esta sea suficiente.
¿Qué debemos comer?
No se trata de ingerir pocas calorías, pero sí de reducir un poco ciertos alimentos. Debido a que las necesidades de energía se ven disminuidas, y los alimentos que más nos aportan gasolina son los hidratos de carbono, podemos bajar un poco su consumo sin eliminarlos por completo. Por ejemplo: en lugar de comerte tres tortillas en cada comida, bájale a una y evita darte permisos de postrecitos o antojos, eso déjalo para tu día de carrera larga.
Se requieren proteínas de alta calidad para favorecer la reconstrucción muscular: huevo, pollo, carne baja en grasa, pescado, tofu. Incluye al menos una porción en cada comida y no olvides acompañar con algo de ensalada o verdura y grasas vegetales como el aguacate y aceite de oliva.
Recuerda que entre más natural sea tu dieta, más saludable será. Evita los alimentos procesados en medida de lo que puedas, y bebe agua natural en abundancia, pues la hidratación es fundamental para la recuperación de tu cuerpo.
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