Ciudad de México
Si eres de los que corren para bajar los kilitos de más, seguramente ya te habrás topado con algunos obstáculos. Hoy te daré tres ejemplos y te diré cómo combatirlos:
1. Calmar tus antojos con la opción equivocada. A lo mejor se te antojan mucho unas papas y sabes que, aunque ya fuiste a correr, si te las comes estás rompiendo la dieta. Nos dicen que comamos fruta o verdura entre comidas, pero sabemos que eso no se nos va a antojar. Los alimentos crujientes pueden calmarte mejor. En lugar de papas, pueden ser unas palomitas naturales, o unos cacahuates salados junto con unas zanahorias con chile y limón. Si aun así no aguantas el antojo por las papas, come una porción pequeña, y solo de vez en cuando.
2. Cuando piden comida en la oficina. Si te ponen una junta a la hora de la comida, ¿qué es lo que ordenan? Normalmente, pizza, tortas y alimentos poco saludables. Si tienes la opción de elegir, yo te recomendaría pedir unos tacos, un alambre y comerte solamente dos tortillas. Si de plano sabes que no va a haber opción, prepárate y come antes, así estarás satisfecho cuando llegue la pizza y puedes comerte si quieres una sola rebanada para que nadie te moleste.
3. Alguien intenta sabotear tu plan. El apoyo familiar es importante cuando queremos bajar de peso, y no vamos a cambiar sus hábitos de un día para otro. Pídeles ayuda, para que no te hagan comer cosas que no quieres. Incluso puedes involucrarlos en la preparación de tus platillos saludables. Si te ven comiendo así, y ven que lo disfrutas y que además estás bajando de peso, puede ser que se “les pegue” algo.
Lo más importante es que no te des por vencido. Los cambios en tu cuerpo no aparecerán como magia, pero sí te irás sintiendo mejor cada vez. Tienes una ventaja: el ejercicio. Así que no lo dejes y ¡continuemos con el plan “quema grasa”!
1. Calmar tus antojos con la opción equivocada. A lo mejor se te antojan mucho unas papas y sabes que, aunque ya fuiste a correr, si te las comes estás rompiendo la dieta. Nos dicen que comamos fruta o verdura entre comidas, pero sabemos que eso no se nos va a antojar. Los alimentos crujientes pueden calmarte mejor. En lugar de papas, pueden ser unas palomitas naturales, o unos cacahuates salados junto con unas zanahorias con chile y limón. Si aun así no aguantas el antojo por las papas, come una porción pequeña, y solo de vez en cuando.
2. Cuando piden comida en la oficina. Si te ponen una junta a la hora de la comida, ¿qué es lo que ordenan? Normalmente, pizza, tortas y alimentos poco saludables. Si tienes la opción de elegir, yo te recomendaría pedir unos tacos, un alambre y comerte solamente dos tortillas. Si de plano sabes que no va a haber opción, prepárate y come antes, así estarás satisfecho cuando llegue la pizza y puedes comerte si quieres una sola rebanada para que nadie te moleste.
3. Alguien intenta sabotear tu plan. El apoyo familiar es importante cuando queremos bajar de peso, y no vamos a cambiar sus hábitos de un día para otro. Pídeles ayuda, para que no te hagan comer cosas que no quieres. Incluso puedes involucrarlos en la preparación de tus platillos saludables. Si te ven comiendo así, y ven que lo disfrutas y que además estás bajando de peso, puede ser que se “les pegue” algo.
Lo más importante es que no te des por vencido. Los cambios en tu cuerpo no aparecerán como magia, pero sí te irás sintiendo mejor cada vez. Tienes una ventaja: el ejercicio. Así que no lo dejes y ¡continuemos con el plan “quema grasa”!
